En misceláneas, tiendas de abarrotes y estanquillos comienza a escasear el huevo, a consecuencia de la nueva alza que registró esta semana, pese a que las autoridades insisten en que hay suficiente abasto y que tienen bajo control la influenza aviar. Además, por fin autorizaron la inédita importación de 211 mil toneladas para consumo humano y otras 24 mil 400 de huevo en polvo, seco o congelado para uso industrial.

Estamos percibiendo que hay escasez. Hay abarroteros que ya no tienen huevo para vender. Algunos porque no lo consiguen y otros porque deciden no comprarlo dado que se los están dando muy caro los intermediarios y centrales de abasto, dijo Juan José Rosas Uribe, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope).

Los monitoreos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía (SE) indican que el huevo se encareció más en esta semana que a principios de julio, cuando las autoridades confirmaron públicamente el brote de influenza aviar en granjas de dos municipios de Jalisco y tendieron un cerco sanitario.

En los pequeños negocios llegó hasta 38 y 40 pesos en los últimos dos días, lo que implica una alza acumulada de entre 80 y 100 por ciento en esta semana, cuando el primer incremento (en julio) fue de 60 por ciento, según declaró entonces el secretario de Economía, Bruno Ferrari.

A finales de junio, las centrales de abasto vendían el kilo de huevo al menudeo entre 12.50 y 17 pesos. Para la primera semana de julio brincó a 17 y 25 pesos por kilo. Según las autoridades, comenzó a bajar luego de que se anunciaron las importaciones e incluso al iniciar agosto el secretario de Economía, Bruno Ferrari, se ufanó de que se comercializaba en 17 pesos.

Todavía la semana pasada se ofertó entre 17.50 y 22 pesos, pero esta semana se disparó hasta 35 pesos por kilo, según los precios al menudeo en centrales de abasto reportados por el SNIIM.

La organización El Barzón calculó que los especuladores han ganado 3 mil 132 millones de pesos desde que comenzaron a encarecer el huevo, y exigió la renuncia de Ferrari por su incapacidad para frenar el alza aun cuando la ley le permite castigarlos penalmente por atentar contra el poder adquisitivo.

Mejor no vender que ser multados

Según el dirigente de Canacope, los comerciantes en pequeño prefieren no vender el huevo hasta que baje a exponerse a ser multados o sancionados por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), aun cuando es el cuarto de los 10 productos de primera necesidad que más se venden en misceláneas y tiendas, junto con refrescos, pan, leche y jamón.

Al finalizar esta semana, Canacope tuvo reportes de que el precio máximo del huevo llegó a 38 pesos por kilo entre sus afiliados, pero advirtió que los proveedores de los pequeños negocios les aseguraron que seguirá subiendo y llegará hasta 45 pesos la próxima semana, cuando se inician las clases, si todavía no llegan las importaciones de Malasia y Colombia.

Cada vez que comienza el ciclo escolar, admitió Rosas Uribe, el huevo sube de precio entre 10 y 20 por ciento, pero ahorita ya estamos hablando de un aumento acumulado de 120 por ciento desde mayo, por lo que las autoridades deben tomar cartas en el asunto.

Consideró que el aumento de esta semana fue mayor que cuando surgió la gripe aviar, pues aunque las autoridades sostengan que está bajo control y ya se aplicaron 80 millones de vacunas a las gallinas ponedoras, ahora los intermediarios y productores justifican el encarecimiento porque se disparó el precio del maíz. Ya hablamos de dos factores; ahora ya no es tanto la gripe aviar como el encarecimiento del grano para alimentar a las aves, comentó.

Hasta hace unos días los pequeños comerciantes podían escoger el huevo en las centrales de abasto, pero si ahora lo hacemos, nos lo cobran más caro o si compramos la caja cerrada, es huevo sucio o rezagado, así que prefieren no arriesgarse a vender a sus clientes un producto que además de caro resulte de mala calidad.

Sí nos afecta no contar con el producto porque es uno de los que más buscan los clientes, pero las multas impuestas por Profeco son considerables para los pequeños comerciantes, dijo, e insistió en que las autoridades deben darse cuenta de que son el último eslabón de la cadena de comercialización de huevo y que los aumentos vienen desde los productores y, sobre todo, de los intermediarios.