Oswaldo Cházaro, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, comentó que debido a la baja producción de maíz en Estados Unidos a causa de las condiciones climáticas adversas y al encarecimiento del grano, los precios de producción se incrementaron hasta en 30 por ciento. Hay toda una incertidumbre por el aumento de los precios en uno de los insumos más importantes para la industria pecuaria, que es el maíz, lo cual obviamente nos afecta.

Aunque dijo que están atentos al comportamiento de los precios del ganado en pie, no descartó que más adelante haya un aumento en los precios de la carne. Se prevé también un incremento de 20 o 30 por ciento. Desde luego eso es innegable, porque uno de los insumos más importantes para la engorda del ganado es el maíz. Recordó que a causa de las sequías y heladas que azotaron al país, en el último año los precios del ganado para engorda pasaron de 20 a 26 pesos.

Sin embargo, el precio del bistec en los mercados de abasto popular se ha incrementado en las últimas semanas en 10 por ciento, pues a pesar de que algunos comerciantes lo mantienen en 94 pesos otros ya lo ofrecen hasta en 105 pesos, mientras en rastros se vende entre 63 y 75 pesos por kilo.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, el precio del kilo de carne de res varía dependiendo del estado. En Aguscalientes, por ejemplo, el kilo de ganado en pie cuesta 24 pesos, mientras por canal su precio es de 30.25; en Campeche la carne en pie se comercializa en 20 pesos y en canal 34 pesos; en el Distrito Federal, 32.35 (pie) y 44.53 (canal), mientras en Nuevo León se vende en 25 pesos la carne en pie y 46.69 en canal, por mencionar algunos.

Para Raúl Pérez Bedolla, secretario de organización de la Alianza Campesina del Noroeste, la volatilidad en los precios de los comestibles se debe a la ola especulativa en los precios del maíz a nivel mundial, lo cual se va a trasladar al costo de la carne, lo que afectará el precio final al consumidor. Abundó que si el gobierno federal no interviene para evitar la especulación en los precios de los alimentos, se corre el riesgo de que aumente el número de personas no sólo en pobreza patrimonial, sino también alimentaria.