Tesorito
a la vista
Bicentenario: Trión I
FC: saludas y te vas
ara ser una de las escasísimas buenas noticias de su sexenio, el inquilino de Los Pinos llevaba mucha prisa, pues apenas dedicó unos cuantos minutos para anunciar el descubrimiento de lo que podría considerarse la punta del iceberg del tesorito
petrolero nacional en aguas profundas del Golfo de México, y lo hizo en un rápido acto protocolario que podría resumirse como saludas y te vas
. Pero como parte de esa buena nueva está que el descubrimiento de tal riqueza potencial y la perforación del pozo respectivo es producto de los trabajos de la Plataforma Bicentenario (arrendada por Pemex a Grupo R, empresa ciento por ciento mexicana), que dejó fuera de la jugada y del negocio a los sedientos consorcios trasnacionales que andan en pos del oro negro mexicano.
Ayer, sin el tradicional boato de los actos que encabeza el inquilino de Los Pinos, ni el inagotable inventario de oradores que en cada ocasión aplauden logros
y éxitos
del susodicho, ayer en la residencia oficial el tal Felipe hizo público que Petróleos Mexicanos “ha realizado el primer gran descubrimiento de un sistema petrolero en aguas profundas del Golfo de México (…) que podría tener un potencial de producir entre 4 mil a 10 mil millones de barriles de petróleo crudo”. Desde luego que no desaprovechó la ocasión para lanzar autoelogios a lo largo de los 14 minutos que duró el acto, pero la parte medular la explicó de la siguiente forma (se respeta sintaxis y errores aritméticos):
“Las perforaciones realizadas por la Plataforma Bicentenario, una de las grandes plataformas de aguas profundas que entraron a operar para Pemex en esta Administración, en las perforaciones realizadas en el Pozo Trión I, confirmaron el potencial de yacimientos en la provincia llamada Salina de Bravo, dentro del Proyecto Área Perdido. Este pozo tiene una profundidad, un tirante de agua, que será de dos mil 500 metros; dos mil 500 metros de tirante de agua más, probablemente, otro tanto debajo del lecho marino; dos mil 500 de tirante de agua y otro tanto de lecho marino. Se ubica a 180 kilómetros al Oriente de la Costa de Tamaulipas y a 39 kilómetros al Sur del límite marítimo internacional con Estados Unidos. Gracias a este nuevo descubrimiento, Pemex espera certificar nuevas reservas, reservas 3P (probadas, probables y posibles), que pueden alcanzar de 250 a 400 millones de barriles de crudo, probablemente más. Para que nos demos una idea. De confirmarse este parámetro, la cifra equivale, la que tiene este yacimiento, de confirmarse, a un tercio de la producción nacional anual de petróleo, por Petróleos Mexicanos. Es decir, es un yacimiento muy importante.
Y, además, su importancia radica en que es el primer descubrimiento de petróleo, un petróleo ligero, además, que aquí, el señor director y el Secretario de Energía me han traído una muestra, que tiene, me decían, 34 grados (API), más o menos. Un petróleo bastante ligero, que después de varios intentos de las plataformas, la Bicentenario y la Centenario (ambas del Grupo R), que habían tenido éxito en un porcentaje razonable de los intentos, pero, fundamentalmente, encontrando yacimientos de gas, ahora han descubierto un importante yacimiento de petróleo ligero, lo cual es una buena noticia para México. Se estima, además, que este yacimiento podría pertenecer a una zona de las más importantes en aguas profundas del Golfo de México, toda esa zona, este sistema petrolero, podría tener un potencial de producir entre cuatro mil y 10 mil barriles de petróleo crudo. Perdón, de cuatro mil a 10 mil millones de barriles de petróleo crudo, lo cual, fortalece aún más nuestras reservas de hidrocarburos y permitirá a México mantener e incrementar la producción de petróleo en el mediano y en el largo plazo. Se trata de un gran descubrimiento
.
De los 14 minutos que duró el acto protocolario en Los Pinos, su inquilino –único orador– apenas consumió poco menos de tres para hacer el anuncio e intentar detallar de qué se trataba. Los 11 restantes los utilizó para lanzar loas a su administración y saludar a los allí presentes, entre ellos Ramiro Garza Cantú, presidente del Grupo R, a su vez propietario de las plataformas Centenario y Bicentenario, que arrienda a Pemex; Carlos Slim, muy interesado en los negocios con el oro negro, y tres ex directores de Petróleos Mexicanos (Luis Ramírez Corzo, Adrián Lajous y Rogelio Montemayor). Y se acabó el numerito. Lo mejor del caso es que casi tres años atrás algunas calificadoras internacionales, como Moody’s Investors Service advertían a la directiva de la paraestatal que el Grupo R tenía limitada experiencia para operar en aguas profundas
, y de allí la conveniencia
de asignar los contratos a consorcios trasnacionales. Felizmente no le hicieron caso.
La Bicentenario (un año atrás este tecleador recorrió sus instalaciones, entonces fondeadas a 40 millas náuticas de Tuxpan, Veracruz) fue construida en astilleros de Corea del Sur, y en México inició sus trabajos de perforación a las cero horas del 5 de julio 2011, cuando entró en vigor el contrato de arrendamiento firmado entre Grupo R, ganador de la licitación, y Pemex Exploración y Producción. Es una plataforma de sexta generación (lo más moderno y avanzado del mundo en la materia), totalmente ecológica (ningún contaminante se descarga al mar), que mide 110 metros de largo por 78 metros de ancho, y 138 metros de altura. Cuenta con un sistema de perforación que se maneja desde una cabina por sólo dos operadores; un sistema de alimentación y armado de tubulares instalado en la plataforma y un robot submarino no tripulado, con sonar y cámaras de alta definición, conectadas a la superficie por medio de fibra óptica, que permite supervisar, en tiempo real y sin detenerlo, el trabajo de perforación, con posibilidad de corregir cualquier anomalía; es el primero de su tipo en México
. En ella laboran 187 trabajadores (entre ellos 10 mujeres): 95 por ciento del personal es mexicano, con egresados de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional, así como de las universidades públicas de Oaxaca, Guerrero, Chihuahua, Baja California y Sinaloa, entre otras.
Las rebanadas del pastel
En un gobierno civilizado, al servicio de la ciudadanía, la brutal escalada en el precio del huevo le hubiera costado los dos al Secretario de Economía, pero como México no lo tiene Bruno Ferrari no suelta el hueso ni el micrófono: “no tengo bola de cristal para saber cuándo bajará el precio; espero que sea en las próximas semanas…”