El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) volvió a fracasar en su intento por contar con el número de jueces federales suficientes y de calidad que exige la impartición de justicia en el país, al suspender abruptamente dos concursos internos para designar 60 nuevos juzgadores, que se sumarían a los 401 jueces de distrito que hay actualmente y que tienen 107 mil 754 asuntos pendientes por resolver, en promedio.

Trascendió que debido a las irregularidades en la calificación de la primera etapa del concurso de oposición en que incurrió el Instituto de la Judicatura Federal (IJF) –órgano encargado de la preparación de los aspirantes a jueces y de realizar los exámenes de oposición–, el pleno del CJF consideró que se violaron las condiciones de legalidad y transparencia del proceso de selección, por lo que decidió la semana pasada suspenderlo –ya estaba en fase de examen oral– y anular la evaluación que tenía prevista para designar juzgadores en la primera quincena de octubre.

De acuerdo con la convocatoria de los exámenes de oposición XVI y XVII para elegir jueces de distrito (el primero pretendía designar a 30 jueces administrativos y el segundo a otros 30 en diversas materias), la intención del CJF (presidido por el presidente de la Suprema Corte, Juan N. Silva Meza) era que los juzgadores entrantes hicieran frente a la creciente necesidad que hay de crear nuevos órganos jurisdiccionales, ante el creciente número de asuntos que se resuelven en el fuero federal.

En estos concursos tomaron parte tanto funcionarios judiciales como secretarios proyectistas de juzgados, tribunales y de la Suprema Corte, con una experiencia mínima de cinco años en el Poder Judicial.

Cabe señalar que en el año anterior ingresaron 48 mil 565 asuntos a los juzgados de distrito, con una existencia previa de 107 mil 211 expedientes y 48 mil 22 resueltos, para un promedio de 107 mil 754 asuntos por resolver, en promedio. Sin embargo, la falta de transparencia en la forma de calificar la primera etapa del examen (de conocimientos generales) motivó la decisión del pleno del CJF.

El procedimiento a seguir por parte del IJF en la primera etapa de un concurso consiste en aplicar un cuestionario de opción múltiple a los participantes y, conforme responden los aspirantes, sus resultados aparecen en pantallas electrónicas a la vista de todos.

Largo y sinuoso camino

Sin embargo, se modificaron algunas calificaciones, pues hubo discrepancias entre las que aparecieron en pantalla yaquellas que publicó el Consejo de la Judicatura, lo que derivó en la anulación de los concursos, explicaron funcionarios.

La preparación de estos exámenes internos puede llevar varios meses y el proceso de selección otro tanto, así es que la elección de los nuevos juzgadores que necesita el país podría demorar alrededor de un año, al menos.