La dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democratica (PRD) y sus bancadas en el Congreso confirmaron que este martes se presentará una propuesta de controversia constitucional contra el procedimiento que admitió, con carácter de preferente, la iniciativa de reforma laboral de Felipe Calderón.

En conferencia de prensa, los coordinadores de los diputados, Silvano Aureoles, y de los senadores, Miguel Barbosa, así como el dirigente nacional, Jesús Zambrano, denunciaron que los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) ya tienen un acuerdo sobre el proyecto de dictamen.

Insistieron en que la iniciativa es profundamente regresiva, atenta contra los derechos de los trabajadores y no abona a generar empleos dignos y decentes ni ayuda a combatir la desigualdad.

Aureoles añadió: sin ambigüedades, con claridad, decimos que esta iniciativa no transita, que será rechazada por nuestro grupo parlamentario, y seguramente por los otros dos que forman parte del frente legislativo progresista, el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano. Después de una reunión de la dirigencia nacional, la comisión política y el secretariado perredista con los legisladores en San Lázaro, Zambrano afirmó que se conoce la existencia de un acuerdo entre PRI y PAN según el cual se avanzaría en el dictamen, quitando la propuesta de transparencia en la vida sindical a cambio de la flexibilización laboral. Esto sería lo peor para el desarrollo democrático del país.

Senadores y diputados del sol azteca afirmaron que harán uso de todas las estrategias parlamentarias para tratar de frenar la reforma. Aureoles admitió que el PRD no cuenta con los votos necesarios para demandar que la Cámara interponga la controversia constitucional, por lo que vamos a ver qué panistas y priístas lo comparten.

Zambrano explicó que la controversia busca demostrar que el proceso legislativo está viciado de origen.

Mientras, Martí Batres, secretario de la Comisión del Trabajo en San Lázaro, afirmó que el PRD ha sido excluido de la redacción del proyecto de dictamen, que no fue entregado el domingo, a pesar del compromiso de proporcionarlo ese día con el fin de que hubiese tiempo suficiente para su revisión.

Sin los votos del PRI, el PAN no podría aprobar la iniciativa. Si bien la envía Calderón, (Enrique) Peña Nieto es cómplice del contenido lesivo de este proyecto contra los trabajadores, afirmó.