Con sesiones solemnes en la Asamblea Legislativa (ALDF) y en diversas delegaciones políticas se conmemoró el 44 aniversario de la masacre del 2 de octubre de 1968, en las que se rechazó la violencia contra la población juvenil y se destacó el papel de #YoSoy132 como parte de un nuevo movimiento social.

En el recinto de Donceles y Allende, la diputada del PRD Yuriria Ayala Zúñiga pidió estar atentos y no permitir que pueda repetirse una represión similar con los jóvenes agrupados en lo que llamó un movimiento legítimo y noble como #YoSoy132, ante el regreso del PRI a la Presidencia de la República.

La diputada del PT Miriam Saldaña advirtió que la realidad no ha cambiado respecto de la que se tenía hace 44 años, pero hoy como en aquél entonces la juventud se distingue por su arrojo y valentía. Por eso hoy, en pleno siglo XXI, han tomado voz más que nunca por medio de las nuevas tecnologías, de las redes sociales, que son una puerta abierta a la libertad de expresión y a la verdad, a diferencia de los medios de comunicación aliados al Estado.

Destacó que entre ellos #YoSoy132 demostró que el repudio a la política neoliberal y el regreso al pasado, el regreso del PRI al poder no se olvida y la historia no es letra muerta.

Las alusiones a este movimiento juvenil se extendió a los discursos de los jefes delegacionales, que en distintos actos, para conmemorar esta fecha, coincidieron en que #YoSoy132 representa el nuevo empuje a las demandas sociales.

En demarcaciones como Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Magdalena Contreras se realizó un acto solemne para recordar la fecha. Sin la generación del 68 muchos de nosotros no estaríamos aquí y tampoco tendríamos el marco legal, jurídico y democrático que tenemos, aseguró Victor Hugo Romo, jefe delegacional de Miguel Hidalgo.

El jefe delegacional de Azcapotzalco, Sergio Palacios, hizo un llamado a la reflexión de los funcionarios públicos en el sentido de que la historia de la izquierda mexicana y el cargo que ahora ostentan es producto de la lucha de los movimientos estudiantiles y sociales de aquella época.

Como parte de esta conmemoración, se develó una placa del ingeniero Heberto Castillo Martínez en el hogar del abogado Emilio Krieger, en reconocimiento a su solidaridad con la movilización estudiantil de 1968.