Impactan de manera negativa en el abasto de alimentos y no logran reducir la pobreza
Jueves 18 de octubre de 2012, p. 29
Bruselas, 17 de octubre. El relator de Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, pidió a la Unión Europea (UE) y a Esados Unidos que abandonen la generación de biocarburantes porque su producción compite con la que se destina a la alimentación.
La UE no sólo debe revisar a la baja sus objetivos de incorporación de los biocarburantes (sino que) debe tener la valentía política de abandonarlos. Estados Unidos debería hacer lo mismo
, dijo en declaraciones a la agencia Afp. Es peligroso fijarse objetivos inalcanzables, cuando las reservas mundiales de cereales están tan bajas
, añadió.
En 2008 la UE se fijó como meta que las energías renovables representen antes de 2020 el 10 por ciento del consumo de la energía del transporte, pero ese sector equivale ya a 4.5 por ciento.
Al presentar este miércoles sus nuevos objetivos, la Comisión Europea propuso una reorientación de su política de biocarburantes, a fin de reducir el impacto negativo en la producción de alimentos.
Bruselas quiere ahora limitar los biocarburantes llamados de primera generación
, es decir, los que se producen a partir de productos derivados de cultivos alimenticios –trigo, maíz, remolacha, colza, entre otros– para alentar al sector a desarrollar biocombustibles sobre la base de otras materias primas como los desechos y la paja, en un contexto en el que los precios de los cereales están alcanzando niveles récord.
Sin embargo, mantiene el objetivo global de alcanzar en 2020 el 10 por ciento de energías renovables en el sector de transportes en toda la unión.
En tanto, en Estados Unidos 40 por ciento de la producción de maíz termina en los motores de los vehículos para cumplir con objetivos fijados en 2007, por lo que el tema de bajar la utilización del maíz para la producción de biocombustibles figura en la lista de recomendaciones.
En agosto pasado, el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el brasileño José Graziano da Silva, instó a Estados Unidos a suspender su producción de etanol con base en maíz, para evitar una crisis alimentaria mundial.
El cultivo masivo tiene además gran impacto sobre las tierras agrícolas, en particular en los países del sur. Según un informe del Banco Mundial de abril de 2010, las tierras dedicadas a los cultivos para producir biocarburantes representaban al menos 21 por ciento del territorio en los países en desarrollo y en algunos la proporción va en aumento.
La producción de biocarburantes se basa en cultivos destinados a la exportación, de manera que los pequeños productores no se benefician de ellos porque están en manos de grandes empresas agroindustriales. Por eso su impacto en la reducción de la pobreza es mínimo
, afirmó De Schutter.
Según algunos estudios, el nivel de emisiones generado por la deforestación es equivalente al de los combustibles fósiles, de manera que el beneficio para el medio ambiente es nulo.
El tema de los biocarburantes, muchos de los cuales usan como materia prima distintos tipos de alimentos como maíz, caña de azúcar y colza, divide las opiniones públicas en todo el mundo y se ha convertido en un asunto polémico por el alza de los precios mundiales de cereales y otros alimentos básicos.
Brasil, líder mundial junto a Estados Unidos en la producción de etanol, que se genera a partir de la caña de azúcar, defiende la producción de biocarburantes en países pobres como fuente de renta, y asegura que es perfectamente compatible con la producción de alimentos.
Europa ante la escasez de granos
Una cosecha afectada por la sequía podría llevar a las importaciones de granos de la Unión Europea al nivel más alto desde la agitada temporada 2007-2008, y hacerla dependiente del maíz genéticamente modificado proveniente de Brasil para complementar las importaciones procedentes de Ucrania, su mayor proveedor.
Sin embargo, en momentos en que el maíz ucraniano y sudamericano son sumamente codiciados en el mercado global tras los efectos de una sequía extrema en Estados Unidos, principal productor y exportador, la Unión Europea podría tener dificultades para importar y debería limitar el uso del grano.