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La afición es entusiasta, pero desconoce qué sucede en el campo

Lo insólito y el entusiasmo marcaron la liga afgana de futbol

En el régimen talibán se hacían ejecuciones públicas en el medio tiempo

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Durante los partidos de futbol las mujeres afganas tienen un sitio separado del de los hombresFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de octubre de 2012, p. a14

Kabul, 19 octubre. ¿Entrevistar a un jugador en pleno partido? ¿Abandonar las tribunas cuando aún falta por disputar el segundo tiempo? Todo es posible en la liga afgana de futbol, que se cerró este viernes tras un mes de múltiples situaciones cercanas al absurdo.

Le daba efecto y color a la transmisión televisiva, alegaría más tarde el reportero acerca de su inusual entrevista, al tiempo que aseguró haber hecho cosas similares en el pasado.

El incidente es sólo un ejemplo de las extrañas situaciones que se dan en la breve liga afgana que se inició hace un mes y concluyó con la victoria del Tufan Harirod 2-1 sobre los Fénix de Alborz en la final jugada en Kabul.

Unos 5 mil espectadores colmaron el estadio recién construido en esta ciudad. Ocho equipos se enfrentaron por un premio de 15 mil dólares para el ganador: Tormentas de Harirod.

Los jugadores fueron seleccionados en las ocho regiones en que está dividido el país para participar en Maidan-e-Sabz (Campo verde), reality-show futbolero de mucha popularidad en la televisión de ese país.

Los seleccionados se concentraron en Kabul, donde fueron sometidos a sesiones de entrenamiento para los partidos.

La liga de futbol fue un alivio bien recibido en un país en el que la violencia y los ataques suicidas son diarios y el entretenimiento se limita a unos pocos parques y a mirar la televisión.

El entusiasmo fue visible. Los aficionados llegaron a cada partido bien pertrechados con las banderas y símbolos de sus clubes y enseñas afganas.

Impensable hace más de 10 años

Impensable hace poco más de una década. El régimen talibán, que cayó en 2001, permitía los partidos, pero los aderezaba con ejecuciones públicas en el campo de juego durante el entretiempo.

De la liga afgana sólo se habló en los tiempos recientes por las repetidas deserciones de jugadores que optaban por continuar su carrera en Occidente.

Todo indica que aún hay bastante margen por delante para que los afganos aprendan a disfrutar del balompié.

Los espectadores no tienen idea de qué equipos juegan, qué sucede en el campo, quién marca o quién cometió una falta, admite el periodista deportivo Sayed Resa Hosseini.

Tiene razón, a la vista de lo que sucedió en un partido, cuando el árbitro pitó el final del primer tiempo: una gran parte de los espectadores abandonó el estadio. Pensaban que el encuentro había terminado. No sabían que un juego de futbol profesional está dividido en dos tiempos, explicó un fotógrafo testigo del momento.

Al darse cuenta del error, los espectadores necesitaron una buena dosis de tiempo y persuasión para convencer al control de entradas de que no debían comprar nuevos boletos.