Sábado 20 de octubre de 2012, p. 25
La frecuencia y magnitud de los accidentes ocurridos este año en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) resulta inquietante
, pero se explica en gran medida por el recorte al presupuesto destinado para mantenimiento que se registra desde hace 25 años, advirtió Gilberto Ortiz, presidente de la comisión de energéticos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
Además de la pérdida de vidas y los heridos que dejan estos percances, abundó, es de lamentar el costo económico que acarrea para la paraestatal reparar la infraestructura dañada para restablecer sus diferentes procesos de producción y distribución.
Se da mantenimiento apenas suficiente a gasoductos, refinerías o plantas petroquímicas para que las operaciones de Pemex no se colapsen completamente, pero en definitiva hace falta mucha mayor atención a este rubro. Es terrible el abandono en que se encuentran las instalaciones, con lo que se les hace todavía más vulnerables de lo que ya son por la misma naturaleza de sus actividades
, comentó Gilberto Ortiz, a propósito de la explosión e incendio en un gasoducto de Zapotlanejo, Jalisco, justo a un mes de que ocurrió otro accidente similar en Reynosa, Tamaulipas, donde murieron 30 trabajadores.
Además que la mayoría de los recursos que genera Pemex se destinan vía impuestos a la Secretaría de Hacienda, la inversión que realiza la empresa se concentra en tareas de extracción y exportación del petróleo, y prácticamente el resto de los rubros se atienden con el mínimo posible de dinero
.
En proporción con el presupuesto general de Pemex, pero sobre todo, dijo, por los resultados a la vista, los recursos para mantenimiento no han sido suficientes cuando deben ser una parte muy importante, incluso como una forma de incrementar la productividad en todas sus áreas
.
A la larga, eso tiene un costo mayor para la empresa y el país por el detrimento que se va acumulando en sus diversas áreas, como la petroquímica, como demuestra una caída en vertical de su producción por haber sido abandonada por Pemex, consideró.
No obstante, el representante de Canacintra reconoció que pese a la gravedad de los accidentes, como el de Reynosa, Pemex y particularmente sus trabajadores han reaccionado de manera rápida y efectiva, por la alta capacitación y compromiso que tienen
para evitar que las consecuencias fueran mayores.