Sábado 20 de octubre de 2012, p. 2
Los diputados franceses votaron este viernes un impuesto excepcional de 75 por ciento sobre los altos ingresos, anunciado por el presidente François Hollande durante su campaña presidencial y criticado por la derecha como una medida simbólica
que generará poca recaudación.
Esta polémica contribución gravará durante dos años a los contribuyentes que tengan ingresos superiores a un millón de euros al año. Afectará a unas mil 500 personas, que pagarán en promedio 140 mil euros, generando un ingreso para el Estado calculado en 210 millones de euros por año.
El gobierno francés anunció un esfuerzo sin precedente
en aumentos de impuestos y recortes en 2013 con el objetivo de reducir el déficit público hasta 3 por ciento del producto interno bruto.
El proyecto, discutido en la Asamblea Nacional, prevé 20 mil millones en aumentos de impuestos (10 mil millones para las familias y un monto igual para las empresas), a los que se añaden los 4 mil 400 millones ya aprobados en verano.
El ajuste se completa con recortes de 10 mil millones en el gasto del Estado y de 2 mil 500 millones en la Seguridad Social.
Francia confirmó su objetivo de 3 por ciento de déficit en 2013, pero renunció sin embargo a alcanzar el equilibrio en las cuentas públicas en 2017, como estaba previsto, y para ese año espera un déficit de 0.3 por ciento.