Chihuahua, Chih., 19 de octubre. A partir de hoy, Batopilas, municipio enclavado en la sierra tarahumara, es pueblo mágico, el número 62 del país. Con esta denominación, el gobierno federal lo promoverá como destino turístico. Se trata, señaló el presidente Felipe Calderón Hinojosa, de contribuir para que esta localidad salga del atraso ancestral en que ha vivido. Esa es la tirada, afirmó.

Aunque destacó la necesidad de que esta zona rarámuri supere las condiciones de pobreza y marginación, también reconoció tener un interés personal en promover el desarrollo de Batopilas, porque aquí nació el fundador del Partido Acción Nacional, Manuel Gómez Morín.

Al recordar al político, dijo que de él aprendió que el deber del servidor público es servir y la técnica debe ponerse en cada comunidad para mejorar las condiciones de vida de la gente más pobre. Hay muchos tipos de dolor, pero respecto al que es evitable, porque viene del hambre, de la enfermedad y la ignorancia se los aseguro, a eso he dedicado muchos años de mi vida y, particularmente, los últimos seis años.

La declaratoria de pueblo mágico para Batopilas fue el primer acto de la gira de trabajo que Calderón realizó por esta entidad y a la cual asistieron algunos miembros de la familia Gómez Morín.

Batopilas tiene mil 520 habitantes, de acuerdo con el letrero que se encuentra en el acceso principal del poblado; es el segundo municipio con el mayor índice de pobreza en el país. A partir de la decisión del gobierno federal de hacerlo Pueblo Mágico, se han invertido más de mil 100 millones de pesos y aún faltan 486 millones más para completar los trabajos de modernización de la carretera –actualmente de terracería– que comunique a la localidad con el resto del estado.

Hoy, llegar a Batopilas implica un traslado de ocho horas por carretera desde Parral o de cuatro desde Creel, donde hace parada el tren Chihuahua-Pacífico.

Sólo en la construcción de la carretera, la inversión supera los 220 millones de pesos, señaló Calderón en varios momentos de la gira, pero son importantes porque la marginación en que se encuentran sus pobladores se explica en parte por su marginación física.

Calderón recordó que en el siglo XIX, Batopilas floreció por sus minas, una producción importante de minerales, principalmente plata, que luego se abandonó y el pueblo se quedó en el rezago. Ahora, dijo, existen algunos proyectos de explotación minera, ojalá y pegue.

Por lo pronto, lo que tiene que pegar es el turismo y en eso, advirtió, los habitantes tienen la responsabilidad de que se mantenga el nombramiento de pueblo mágico. Se requiere su participación para mantener el poblado en buenas condiciones, en la realización de los trabajos de rehabilitación y pintura, entre otros, que serán financiados por la Federación.

Más tarde, el jefe del Ejecutivo sobrevoló las obras del tramo carretero Camino Sanmachique-Batopilas y se trasladó al municipio de Delicias, donde inauguró la primera etapa de la carretera Delicias-Chihuahua. A lo largo del día lo acompañaron el gobernador César Duarte y los secretarios de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, y de Turismo, Gloria Guevara.