La enfermedad de Alberto Patishtán y su larga marcha hacia la atención médica y el respeto a sus derechos humanos ha puesto en relieve las condiciones de salud de los presos en las cárceles de Chiapas y la deficiente atención que reciben, estando bajo custodia del Estado. El vocero de los presos de la otra campaña en el CERSS 5 de San Cristóbal de las Casas, Pedro López Jiménez, habla de los padecimientos no atendidos de sus compañeros Alejandro Díaz Sántiz, Alfredo López Jiménez y de él mismo, y demandó los servicios médicos necesarios.

Añadió que los presos y solidarios de la Voz del Amate demandan a la juez de Simojovel emitir ya la sentencia –que deberá ser absolutoria, consideran– en relación a los cargos contra Rosario Díaz Méndez, a quien los testigos y afectados de su caso han declarado inocente; como él mismo ha expresado, nadie lo acusa por un asalto y un asesinato ocurridos en Huitiupán en 2005, por lo cual también purgan condena en el penal El Amate otras siete personas, sin relación alguna con Díaz Méndez.

De acuerdo con Pedro López Jiménez, el juzgado de Simojovel deberá pronunciar su sentencia antes de próximo día 23, y según versiones del propio juzgado, hay un 95 por ciento de certidumbre de su inocencia, sólo el Ministerio Público se resiste a pronunciarse favorablemente, tal vez porque ello evidenciaría que la consignación original del indígena fue infundada.

En cuanto al abandono médico de los presos, que aunque estén privados de su libertad tienen derechos humanos, y el gobierno los debe respetar, Pedro López Jiménez se refirió al caso de su hermano Alfredo, también encarcelado, quien requiere de una cirugía inguinal que durante meses fue negada y esta semana fue pospuesta con él ya hospitalizado en San Cristóbal de las Casas, por falta de equipo, así que lo retornaron al Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados (CERSS) número 5.

Un recluso más de la otra campaña, Alejandro Díaz Sántiz, padece fuertes dolores en los ojos y deterioro visual, sin que las autoridades le brinden atención mínima. Tzotzil originario de Tsoeptic (municipio de Mitontic), Díaz Sántiz fue detenido en el estado de Veracruz hace ya 13 años, acusado de un homicidio que él siempre ha negado. Por lo demás, su condena a 29 años, como en los demás casos de los adherentes de la otra campaña presos en Chiapas, se derivó de un proceso viciado de origen, según reza el argumento de los abogados de los paramilitares responsables de la masacre de Acteal, que ha permitido excarcelar a más de 30 de ellos.

Díaz Sántiz está obligado a usar permanentemente lentes oscuros y sus actividades están limitadas. La atención oftalmológica brilla por su ausencia (sólo le dan unas gotas que no sirven, refiere López Jiménez), como fue el caso ya célebre de Alberto Patishtán durante varios años, para que resultara que tenía un tumor cerebral.

El propio Pedro López Jiménez lleva meses padeciendo intensos dolores de cabeza que no alivian los analgésicos comunes, y por ello exige una tomografía que hasta ahora se le ha negado.

Por último, el vocero de los presos de la otra campaña reiteró en entrevista la demanda de liberación de todos ellos, incluyendo a Francisco Sántiz, base de apoyo del EZLN y del profesor Patishtán, actualmente internado en un hospital de Tuxtla Gutiérrez, donde se recupera de una cirugía craneal realizada la semana pasada en la capital del país. Llamamos al gobernador Juan Sabines Guerrero a que por fin acepte que merecemos nuestras libertades, dijo.