Miami, 21 de octubre. El ciclista Lance Armstrong lo resume del siguiente modo: He estado mejor, pero también peor. Lo dijo este domingo, un día antes de que su historia termine por derrumbarse si la Unión Ciclista Internacional (UCI) respalda la sanción impuesta la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA).

La UCI dará a conocer en Ginebra su decisión sobre el caso del siete veces campeón del Tour de Francia, suspendido de por vida por tráfico de sustancias prohibidas, y lo desposeyó de los triunfos obtenidos en la competencia gala entre 1999 y 2005.

El presidente Pat McQuaid informará de la posición de la UCI sobre la decisión de la USADA en el caso Armstrong, dijo el organismo internacional, lo que analistas presagian concluirá con un espaldarazo a la decisión de la entidad estadunidense.

Los recientes días han sido particularmente tensos para el texano, a quien casi todos sus patrocinadores le han retirado el respaldo económico y se vio obligado a renunciar a la presidencia de Livestrong, fundación que creó en 1997 para recaudar fondos en favor de la lucha contra el cáncer.

En su primera aparición pública tras el escándalo, Armstrong fue el orador principal el pasado viernes en la gala por el 15 aniversario de Livestrong, en Austin, su ciudad natal, donde asistieron mil 500 invitados, entre ellos los actores Sean Penn, Robin Williams y la cantante Norah Jones.

Fueron semanas difíciles para mí, la familia, mis amigos y mi fundación, dijo el pedalista en el acto, en el que se esperaba recaudar 2.5 millones de dólares para la lucha contra el cáncer.

Sin embargo, el derrumbe financiero del recordista mundial en dopaje, como lo denominó el diario New York Daily News, parece inevitable.

Entre los sponsors que en las recientes horas han decidido dejar a Armstrong están la fábrica de bicicletas Trek, la cadena de gimnasios 24 Hour Fitness, la firma de artículos deportivos Nike y la cervecera Anheuser-Busch.

Medios estadunidenses aseguran que otras dos empresas, la de bebidas energéticas FRS y la de barritas frutales Honey Singer, también se desvincularon del deportista de 41 años. Especialistas del comercio deportivo estiman que Armstrong dejará de ingresar a medio plazo alrededor de 30 millones de dólares y algunos precisan que la cifra llegará a 150 millones en la próxima década.

Con ingresos de 21 millones de dólares, Armstrong apareció en quincuagésimo lugar entre los deportistas mejor pagados en la lista del año 2010 de la revista Forbes.