Fue titular de la PGR, de las secretarías del Trabajo y de Pesca y presidente del PRI
Amigo de Luis Echeverría, José López Portillo y Miguel de la Madrid
Se le vinculó con el combate a movimientos estudiantiles y desapariciones forzadas después del 10 de junio de 1971
Domingo 30 de diciembre de 2012, p. 5
A la edad de 78 años, falleció Pedro Ojeda Paullada, figura relevante en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. En el sexenio del ex presidente Luis Echeverría Álvarez fue señalado como encubridor de desapariciones forzadas en la represión del 10 de junio de 1971.
Siempre dijo que era un priísta de nacimiento y participó en política con distintos personajes como Miguel Alemán Velasco, de quien se dice lo introdujo en las actividades cercanas al PRI; Mario Moya Palencia, Porfirio Muñoz Ledo, David Ibarra Muñoz, Jesús Silva Herzog, Miguel de la Madrid Hurtado y su amigo Luis Echeverría Álvarez.
Éste lo designó, en 1971, procurador General de la República, y a partir de entonces desplegó una carrera política que lo llevó también a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a la Presidencia Nacional del PRI, a la Secretaría de Pesca y a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, sucesivamente.
Nacido en febrero de 1935, Ojeda Paullada comenzó su carrera política al concluir sus estudios de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se involucró en aquella época con su amigo cercano, Miguel Alemán Velasco, quien lo invitó a participar en la campaña presidencial del entonces candidato Adolfo López Mateos.
A su paso por la UNAM, también estrechó relación con Luis Echeverría y José López Portillo. Cuando ambos participaron en procesos de sucesión presidencial, Ojeda Paullada fue mencionado por los medios de la época como candidato a la Presidencia.
A su paso por el servicio público, Ojeda Paullada fue nombrado titular de la ProcuraduríaGeneral de la República (PGR). Después de la matanza de estudiantes en el Casco de Santo Tomás empezó a ser señalado como responsable de la creación de cuerpos paramilitares y de la desaparición forzada de opositores políticos del gobierno, sobre todo jóvenes estudiantes y militantes de la izquierda política.
Durante el gobierno de Echeverría, Ojeda Paullada fortaleció la estructura de la PGR creando la policía política, que durante el gobierno de López Portillo participó activamente en la guerra sucia.
Años después obtuvo un cargo de primer nivel, por su también amigo López Portillo, al nombrarlo secretario del Trabajo y Previsión Social.
Permaneció en el cargo hasta 1982 cuando Miguel de la Madrid lo mantuvo en el círculo cercano del poder: lo designó dirigente nacional del PRI, durante su campaña presidencial.
Al concluir los comicios, De la Madrid lo nombró en el gabinete como secretario de Pesca. En ese encargo permaneció todo el sexenio, y al comenzar la administración de Carlos Salinas de Gortari, éste lo llevó como legislador a la Cámara de Diputados, y al concluir el periodo ocupó espacios de segundo nivel en la administración pública.
En el sexenio de Ernesto Zedillo comenzó a vivir su ocaso como servidor público, pues fue nombrado Presidente de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
Paradójicamente, al haber combatido el movimiento estudiantil desde la PGR, con el pasar del tiempo sostenía que el éxito del priísmo se encontraba precisamente en las nuevas generaciones, con los jóvenes contra quienes emprendió acciones políticas, como lo denunciaron, entre otros grupos, el Comité Eureka.