Opinión
Ver día anteriorJueves 27 de junio de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

¿#BastaDePeñasyMontieles?

Góngora, su caída

Maritza, con Videgaray

Versini y sus tres hijos

Dinero

Más de mil millones costaría el edificio del Ifai

Auditan la compra de Jacqueline Peschard

Canacintra quiere su banco

Julio Hernández López
Enrique Galván Ochoa
México SA

De pronósticos y hechos

¿Fenómenos transitorios?

Y cuando despertaron...

Ciudad Perdida

Acuerdos sucios de PRI y PAN

El DF, el botín

Desconfianza entre propios

Carlos Fernández-Vega
Miguel Ángel Velázquez
Navegaciones

Tras los pasos de Snowden

¿Y dónde quedó Bradley Manning?

Cosas del Futbol

Ancelotti

Pedro Miguel
Josetxo Zaldúa
Avance civilizatorio en EU
E

n una votación dividida de cinco votos contra cuatro, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos anuló ayer una norma federal –la Ley de Defensa del Matrimonio, conocida como DOMA– que define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y niega reconocimiento jurídico y derechos elementales a los parejas del mismo sexo. Según los magistrados del máximo tribunal estadunidense, la DOMA es inconstitucional porque es una denegación del acceso a la libertad de las personas protegida por la Quinta Enmienda. En consecuencia, con el fallo referido los integrantes del principal órgano judicial del vecino país refrendaron también la prohibición constitucional de la llamada Proposición 8, modificación de la Constitución del estado de California que consagra que sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer es válido o será reconocido.

El Correo Ilustrado

Se equivoca el PRD sobre el petróleo

E

l PRD, al igual que el discurso presidencial, se equivoca. Según nuestra Constitución, el Estado debe tener, no sólo la rectoría, sino el control y la propiedad en forma exclusiva de las áreas estratégicas de la economía, entre las que está el petróleo. La rectoría es para las áreas prioritarias, como ferrocarriles y comunicación vía satélite.

PKC: la violación de los derechos laborales en México
M

ientras que en su país no lo hace porque hay una realidad de apego total a la legalidad, una empresa de capital finlandés comete en México la muy reprobable acción de violar nuestras leyes laborales, tal como lo está haciendo en contubernio con ella la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que ya es sólo un  remedo de la gran central sindical que fue hace décadas, y que en Coahuila la dirige el desprestigiado –y descalificado ante los ojos de los trabajadores– Tereso Medina.

Esfuerzos pro reforma migratoria, en difícil momento
D

esde finales del año pasado, las comunidades inmigrantes que residimos en Estados Unidos hemos venido observando cuidadosamente la manera en que el Senado, y luego también la Cámara de Representantes, han venido abordando el tema de la reforma a la política de inmigración. Como cualquier persona familiarizada con el sistema migratorio lo puede afirmar, el país ha estado urgido de profundos cambios en políticas públicas que permitan comenzar a reparar los muchos años de negligencia que han llevado a la ley de inmigración de Estados Unidos a estar tan lejanamente divorciada de la migración global moderna.

Napoleón Gómez Urrutia
Óscar Chacón*
Obligaciones, necesidades, deseos
L

a reforma (contrarreforma) a los artículos tercero y 73 de la Constitución, impuesta a través del Pacto por México por la cúpula empresarial mexicana y los tecnócratas y banqueros de la OCDE (como bien demostró Luis Hernández hace unos días en estas páginas), refuerza la jerarquización, el centralismo y el autoritarismo del sistema educativo mexicano y aleja la posibilidad de modernizarlo mínimamente.

Brasil, la protesta y Dilma
L

a situación brasileña sigue estimulando los más diversos comentarios, pero la sorpresa no se ha disipado. Por doquier surgen expertos en comunicación, redes sociales y revoluciones atípicas de la era digital (ni de izquierda ni de derecha, todo lo contrario), teóricos al vuelo que advierten en las grandes movilizaciones la hidra de la revolución eterna o los críticos listos para extender el acta de defunción al progresismo redentor de Lula y Rousseff. Unos y otros, lejos de intentar comprender la dinámica sui generis de la protesta, asignan responsabilidades, señalan culpables y, en última instancia, tratan de sobrevivir en el río revuelto sin abandonar la defensa de intereses personales, como los del ex presidente Cardoso, quien estuvo entre los primeros en sumarse a la deriva antigobiernista sostenida por los medios, los cuales han perseverado en el intento de transformar las banderas apartidarias del movimiento en consignas antipartidistas contra el PT y sus aliados.

Manuel Pérez Rocha
Adolfo Sánchez Rebolledo
De fascistas y nazis
H

ay una tendencia a confundir y meter en el mismo saco los regímenes de Mussolini, Hitler, Franco, Salazar y Horthy, entre otros dictadores europeos del siglo XX. No fueron iguales y en algunos aspectos ni siquiera parecidos. Sin embargo, a todos ellos se les ha llamado fascistas, que es un término usado para generalizar sus diversas formas y expresiones en el mundo y en ciertas corrientes en América Latina, incluso en México. Muchos católicos, por cierto, vieron con buenos ojos el fascismo: por haber sido apoyado por el Vaticano y porque era anticomunista además de nacionalista.

Pemex: el plan transformador
N

o se desanime, puede modificar la Constitución, dijo el senador Ernesto Cordero, ex secretario de Hacienda de Calderón, al ofrecerle a Enrique Peña Nieto los votos de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) para la apertura total de Pemex al capital privado. Parece que la labor de Calderón se extiende más allá de dar cátedra sobre liderato global a los estudiantes/clientes de la Harvard Corporation que lo acoge con su enorme cauda de muertos, desaparecidos y desplazados. Esa hospitalidad ¿es por promover los intereses y la guerra irregular del Pentágono en México, ya que en su junta ejecutiva figuran ex secretarios del Tesoro como Robert Rubin y Larry Summers? Rubin, además, presidió la junta ejecutiva de Citigroup, matriz de Banamex, inversionista en ExxonMobil, la mayor entre las mayores (BP, ChevronTexaco, Shell, Amoco, Arco) aspirantes a incorporar el gas y petróleo de México a sus activos.

Octavio Rodríguez Araujo
John Saxe-Fernández
Brasil: lecciones para la izquierda y...
L

a presidenta Dilma Rousseff mostró la madera de que está hecha con la firme voluntad rectificadora expresada ante las grandes protestas de las últimas semanas. Dialogó con el Movimiento Pase Libre, lo que ningún gobernante ha hecho con sus indignados, llámese Piñera, Obama, Zapatero o Rajoy. Mandó la pelota al lado del parlamento al proponer iniciativas en respuesta a varias de las demandas de las insubordinadas calles, a las que los legisladores tendrán que responde por su aprobación. Con esa audaz jugada podría muy bien recuperar la iniciativa política.

La banalidad del mal
A

principios de 1999 estuve en París, y como de costumbre me dediqué a ver amigos, ir a museos, a tomar café en los bistrocitos de las avenidas del barrio latino, a caminar, a revivir nostalgias y a contemplar cómo se van aniquilando los sitios más queridos, verificando la sabiduría de la famosa frase de Proust: Las calles, las avenidas, los lugares, son pasajeros, ¡ay! como los años (cito de memoria). Además pude ver una película magnífica muy mal distribuida, llamada Eichmann, un especialista, documental con guión de Rony Brauman, nacido en Jerusalén, disidente, profesor en la Universidad de París, ex presidente de la ONG Médicos sin Fronteras, autor de varios libros sobre cuestiones éticas y políticas de la acción humanitaria, además coproductor de La voz del silencio en France-Culture. Entonces escribí aquí un artículo en abril de ese año.

Ángel Guerra Cabrera
Margo Glantz
El final
S

amuel Beckett es el mayor exponente de la idea de la incomunicación entre los seres humanos (hecho que no le excluía de amar a los seres simples y las cosas del campo), aunque su azarosa vida que incluyó participar en la resistencia francesa contra el nazismo no lo atestigüe, pero es esa una contradicción menor del premio Nobel más conocido por su obra teatral que por su poca narrativa y de cualquier manera su nombre siempre se asocia a la soledad, la descomposición del sistema que él compara con un organismo a punto de sucumbir. Su obra se basa en el poder de la palabra más que en la acción y no evade la escatología, que vendría a ser una manifestación de ese organismo social en descomposición. De la trilogía La decrepitud –que ampara junto a la novela corta objeto de esta nota otras dos, El expulsado y El calmante– se puede apreciar como un monólogo, y de hecho lo es, El final, que Por Piedad Teatro Producciones lleva a escena.

Olga Harmony