Aún sin boleto al Mundial, Compeán ya tiene la sede para Brasil 2014
nadie debe extrañar la falta de gol que se ha generalizado en las selecciones nacionales y que raya en mal endémico. Los jugadores, aparte de haber perdido la brújula y la confianza, también están saturados por la pésima planeación y la necedad de los federativos de mantener dos torneos cortos con sus respectivas liguillas, encuentros amistosos, eliminatoria, Confederaciones, Libertadores, Copa Oro...
El futbol mexicano vive el caos y está a punto de sufrir una regresión en donde había dado pasos importantes: los equipos menores. La Sub-20 avanzó de panzazo y con raspones a los octavos de final, y ahora la única aspiración es no ser humillada el martes por la favorita España.
No es casual que haya tantas bajas en la nómina inicial para afrontar la Copa Oro, Oribe Peralta ni siquiera pudo ser considerado por una lesión. Está claro que la saturación de actividad ha pasado factura. Pero a pesar de este incierto panorama, el titular de la Federación Mexicana de Futbol, Justino Compeán, aseguró que el Tri ya tiene sede para el Mundial Brasil 2014.
No hay boleto aún, pero Compeán sí hizo su tarea y aprovechó la incursión desastrosa de México en la Copa Confederaciones. El federativo ya escogió la localidad de Santos, cercana a Sao Paulo, para establecer el campamento tricolor para el próximo año, se apalabró con el alcalde y tiene el bolígrafo listo para firmar un acuerdo
, reveló en días pasados.
Soplan vientos patrioteros, septiembre será el mes clave. La etapa crucial de la eliminatoria comienza el día 4 de ese mes frente a Honduras: ahí se podrá escribir la historia triunfal. A estas alturas, para Chepo de la Torre, Compeán y los numerosos patrocinadores ya no importa el cómo, en la mente sólo está la meta de conseguir el ansiado pase. Hay mucho dinero en juego.
El Tri de Sergio Almaguer, que estuvo al borde de la eliminación y vive horas extras, tendrá un complicado examen ante España. Lo mejor que le puede pasar es soltarse, jugar sin presión con todo por ganar y nada que perder.
En Turquía pululan los visores. La salida de Javier Aquino resultó poco lucrativa para el Cruz Azul, y ahora al Monterrey, dirigido por Luis Miguel Salvador, está a punto de ocurrirle algo similar: Jesús Tecatito Corona está listo para escabullirse hacia el futbol europeo con ganancia mínima para el equipo regiomontano, apenas los derechos de formación estipulados por la FIFA.
En contraste, Andrés Fassi, viejo lobo de mar, hizo óptimo manejo de sus cartas y vendió bien a Héctor Herrera al Porto luso. El grueso de los equipos pierde de vista el talento de sus juveniles, obcecado como siempre en querer reforzarse a tope. Los dirigentes están más al tanto de los foráneos que se han ido naturalizando para, de inmediato, ocupar las plazas de extranjeros en su afán –justifican– de no dar ventajas
.
En Tigres, por ejemplo, Jorge Espericueta, con todo y su gran toque que de nuevo exhibió en tierras otomanas, deberá seguir calentando el banquillo, porque la directiva felina está afanada en adquirir el quinto extranjero a que tiene derecho. Al Tuca Ferretti le urge la revancha, pues no fue nada agradable quedar eliminado al inicio de la liguilla después de haber sido líder durante casi todo el torneo.
Otro directivo que exhibió su novatez fue Alberto García Aspe, a quien se le cayó la contratación del atacante argentino Emmanuel Giggliotti. Beto no aprende, luego del fiasco que resultaron sus contrataciones de hace dos torneos, con el técnico Mario Carrillo a la cabeza, volvió a equivocarse. Esta vez no supo cerrar con autoridad una transferencia y Boca Juniors lo despojó con la mano en la cintura.
Las consecuencias de esa estampida en pos de atacantes foráneos repercute en la selección. Basta con mencionar que el ecuatoriano Christian Benítez ha sido el mejor romperredes de los últimos torneos y que los máximos creativos son Lucas Lobos, Chaco Giménez y el saliente Sinha, a quienes se vuelve a mencionar como prospectos para reforzar al Tri.