Debe definir si existe un inversionista que reactive la aerolínea
Miércoles 3 de julio de 2013, p. 25
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no vetó el convenio concursal de Mexicana de Aviación, pero dejó en manos de la juez rectora del concurso mercantil el futuro de la aerolínea. La dependencia señaló que será ella quien determine si existe un inversionista que haga frente a las deudas de la empresa para reactivarla; sin embargo, además de la quiebra, uno de los mayores riesgos ante esa decisión será la pelea que se prevé entre acreedores por las rutas y slots de Mexicana, que en realidad son patrimonio y derecho de los trabajadores, advirtió el abogado Joaquín Ortega Esquivel.
La SCT formalizó su posición sobre el convenio concursal logrado por el conciliador Gerardo Badín con los acreedores de Mexicana de Aviación, y decidió no ejercer el derecho a veto que le concede la ley, al cual podría recurrir si no existiera un inversionista. Expresó en los documentos enviados al juzgado decimoprimero de distrito en materia civil, que será responsabilidad de la juez Edith Alarcón determinar si existe o no un grupo de inversionistas capaz de pagar deudas y reactivar la empresa.
El abogado de los trabajadores de tierra, Joaquín Ortega Esquivel detalló que el riesgo para la empresa es que la juez declare que no hay inversionista y, lo que es peor, que Aeropuertos y Servicios Auxiliares, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Bancomext y Banorte insistirán en que no existe inversionista y que deberá declararse la quiebra cuanto antes.
Con la quiebra, advirtió, se hará repartición de bienes, rutas y slots en contra de los intereses de los trabajadores. Sin embargo, aseguró que los trabajadores van a defender esos derechos con inversionista o sin él, porque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no les puede negar el ejercicio de su derecho sobre esos bienes
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El abogado argumentó que “hoy que en México se privilegian los derechos humanos, ni la SCT ni ningún juez podrá negar a los trabajadores la conservación de concesiones, rutas y slots como base de la garantía para hacer valer su derecho humano al trabajo y al salario, pues en caso de que los trabajadores no pudiera o decidieran no proseguir su batalla por su empresa, cosa que se antoja imposible, podrían negociar concesiones, rutas y slots, y nadie puede quitarles ese derecho”.