Viernes 5 de julio de 2013, p. 8
La reciente ejecución de dos jóvenes por órdenes de uno de sus condiscípulos, a quien hacían víctima de acoso escolar (bullying, le llaman) refleja el alto índice de descomposición social en México y la falta de responsabilidad del mundo de los adultos para encontrar mecanismos de mediación en este tipo de conflictos, señalaron académicos y activistas especializados en el tema.
Carlos Cruz, director de la organización Cauce Ciudadano, afirmó que este incidente es posible por la existencia de un entorno que favorece la violencia y relega a las víctimas a ocupar un rol pasivo, en lugar de buscar soluciones integrales.
‘‘Entre los jóvenes de 14 a 29 años, 44.8 de cada cien mil mueren por disparo de arma de fuego en México. ¡Estamos por encima del nivel de cualquier país de América Latina!’’, dijo. Además, al conocerse que los muchachos asesinados fueron engañados con falsas promesas de trabajar para un cártel por 20 mil pesos al mes, queda de manifiesto el interés de muchos jóvenes por incorporarse a la delincuencia.
Alfredo Nateras, especialista en juventud y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, indicó por su parte que la ‘‘revancha’’ de las víctimas de acoso escolar es un fenómeno relativamente nuevo, pues por lo general éstas reaccionan dándose de baja de la escuela, haciéndose daño a sí mismas o, en menor medida, denunciándolo.
Atrae CNDH indagatoria sobre el asesinato de una joven en SLP
Por otra parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) atrajo las investigaciones por el caso de la muerte de la joven Karla Pontigo Luccioto, de 22 años de edad, quien perdió la vida en octubre de 2012 en San Luis Potosí, sin que la procuraduría de ese estado determinara con precisión la causa de su fallecimiento.
Esperanza Luccioto, madre de la joven, envió el pasado 28 de junio una carta dirigida a varias instituciones federales y al propio ombudsman Raúl Plascencia, en donde señala presuntas irregularidades cometidas durante la investigación ministerial en torno de la muerte de su hija, quien era estudiante de nutrición y trabajaba los fines de semana como edecán en un bar de la capital del estado.
Asimismo, en Chilpancingo, Guerrero, Jesús Peña, representante de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, calificó de preocupante la vulnerabilidad de los defensores de los derechos humanos en esta entidad.
Al presentar el informe sobre defensores de derechos humanos en México, el funcionario señaló que de noviembre de 2010 a diciembre de 2012 hubo en el país 89 agresiones contra esos activistas, principalmente en Oaxaca, Chihuahua, Coahuila, Guerrero y Distrito Federal; 38 por ciento de las agresiones fueron por amenazas, 13 por injerencias arbitrarias, 12 por hostigamientos y 11 por ciento por privación arbitraria de la vida.
(Sergio Ocampo Arista, corresponsal)