Estrenan Porque así son las cosas del mar
Duelo amorosode dos personas maduras
Verónica Musalem explora una pasión especial
Jueves 18 de julio de 2013, p. 6
A partir del mito de Eurídice y Orfeo, la dramaturga Verónica Musalem escribió Porque así son las cosas del mar, una historia de amor, soledad y esperanza, en la cual Paulina, una prostituta encerrada en un bar, se encuentra con Pedro, un músico que ha recorrido lugares insospechados.
La obra, con dirección de Silvia Ortega Vettoretti, se estrena hoy en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.
Musalem señala que el texto lo escribió en 2010, porque tenía la obsesión de hablar sobre el mito de Eurídice y Orfeo, pero que en su versión abordaría el tema del amor entre dos personajes de edad madura, pues considera que siempre en las películas se habla del amor en la juventud, como si las otras permanecieran al margen de la pasión.
La obra explora el amor en una fase de la vida, donde existe una pasión especial. Además, tiene muchas posibilidades de lectura: primero, un discurso amoroso; segundo, un duelo de actuaciones, porque son dos personajes y su historia con sus demonios e infiernos, pero también la esperanza de la libertad y el encuentro de los protagonistas consigo mismos. No sabemos si se quedarán juntos, eso es lo de menos, porque se han rencontrado
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El ambiente de la obra es bohemio y el tiempo parece no seguir su curso. Se trata de un sitio donde los protagonistas deben decidir entre seguir su fatal camino o hacer frente a su realidad. Así, el temor y la determinación tienen un papel preponderante en el montaje, explica la directora Silvia Ortega.
Con las actuaciones de Marcos García e Irela Villers, del grupo Teatro de los Efímeros, la obra relata el mundo de dos seres destruidos y avasallados por la vida. Ella vive cansada y sin esperanzas, debido a una decepción amorosa que la llevó a no comprometerse para no volver a ser lastimada. Él es un músico viajero.
En la propuesta, el bar simboliza el infierno síquico de una separación amorosa. Es un espacio vacío que enfatiza la soledad. Los personajes se rencuentran en ese bar en ruinas, el cual simboliza su duelo amoroso.
“Los personajes –dice la directora– viven una especie de crisis de soledad y lo extraordinario es que tras muchos años sin verse, cada uno elabora su duelo amoroso y cuando se vuelven a encontrar, cada quien vive una especie de infierno personal que finalmente se convierte en una crisis”.
Para el montaje, explica Ortega, se realizaron sones ex profeso, porque no es una historia que se cuente de manera convencional, sino que habita y se desarrolla en la lógica de los sueños.
Porque así son las cosas del mar, se presentará del 18 de julio al 25 de agosto en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional).