Londres, 17 de julio.

Una minoría de republicanos en el Reino Unido, que piden la abolición de los privilegios y el respeto de la igualdad de los derechos de los niños, lanzó una campaña para denunciar la histeria de la prensa y el público ante el inminente nacimiento del bebé real.

El grupo de presión Republic, bajo la consigna bornEqual (nacidos iguales), alentó en su portal a la prensa y al público “a reflexionar sobre los muy serios interrogantes que un nacimiento real plantea respecto de Gran Bretaña y nuestro sistema político.

¿Todos los niños no deberían tener los mismos derechos al nacer? ¿Este niño real no debe tener los mismos derechos que todos? ¿Es esta una manera inteligente de designar nuestro futuro jefe de Estado?, se pregunta el grupo, que reivindica a unos 20 mil simpatizantes, procedentes de todos los horizontes políticos y que afirma representar entre 10 y 12 millones de republicanos en el país.

Según los sondeos, en los últimos 10 años han representado en promedio 15 por ciento de la población.

Para apoyar esta campaña, el portal de Republic comercializa baberos, camisetas y broches con consignas revolucionarias, pero aún así el combate sigue siendo desigual ante la avalancha de objetos de decoración y souvenirs puestos en venta con motivo de la llegada del bebé real.

Cobertura asfixiante

Desde hace unos 10 días las cámaras de televisión del mundo entero han tomado posición frente al hospital St Mary, donde debe dar a luz Kate en los próximos días. Republic quiere ser la voz de “millones de personas en Gran Bretaña asfixiadas por la cobertura desproporcionada, superficial e intrusiva del nacimiento real.

Frente a la maternidad es la histeria mediática, pero dos calles más adelante nos damos cuenta de que a la gente le tiene por completo sin cuidado, explica Graham Smith, uno de los pilares de los republicanos.

Nuestra campaña se inscribe en un movimiento más amplio que se interroga sobre el lugar de los valores democráticos en este país. Desde hace dos o tres años aprovechamos todos los acontecimientos reales para hacer conocer nuestra posición, añade Smith.

Pero con una monarquía cuya popularidad se encuentra en el cenit y el afortunado acontecimiento que constituye un nacimiento, parece difícil convertir a la mayoría de los británicos a los valores republicanos.

No hay mucho lugar en los medios de comunicación para que la gente que tiene ideas republicanas pueda hacerse oír, reconoce el politólogo Tony Travers. La monarquía es popular y hace vender periódicos, recalca.

The Guardian y The Independent, que son los diarios que más pueden defender los valores republicanos, se encuentran políticamente más del lado del partido laborista o de los liberales-demócratas, que del lado de los conservadores. Además, el cambio de régimen no es nada evidente, observa Tony Travers.

Graham Smith dice que le gustaría que su voz tuviera más alcance, pero reconoce que es muy difícil luchar en este momento contra la royal baby manía.