Guanajuato, 25 de julio.

Con la proyección de la cinta Heli, de Amat Escalate, se inauguró la segunda parte del 16 Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), que se extenderá en esta ciudad hasta el próximo sábado. El ganador como mejor director en el pasado Festival Internacional de Cine de Cannes mencionó que Heli “es mi visión de lo que pienso y veo de ciertas cosas; en lugar de platicarlo, lo filmó.

“Es la primera vez que se exhibe con público. Heli refleja mi manera de ser honesto conmigo mismo, de hablar de lo que me rodea y me inquieta. Estuve construyendo la película en mi cabeza durante cinco años”.

Amat considera que trabaja de manera intuitiva. Hay un virus que está infectando al país y lo hace vulnerable, por eso me centré en contar esta historia de jóvenes sin esperanzas en México y al mismo tiempo en los bebés que nacen como una esperanza de futuro; esa es la alarma que traté de reflejar en la película.

Sobre si se exorcizaba al abordar el tema del crimen organizado, la violencia, la corrupción y el narcotráfico, refirió que inconsciente e intuitivamente tal vez me exorciza, pero no es premeditado. Desde el guión no pensé hacer algo para que fuera así y sentirme mejor. No, no fue así, pero viéndola (terminada) hay ciertas cosas que resultan un exorcismo.

Se le recordó que se había hablado mucho sobre la violencia que contiene Heli, pero poco del humor mexicano, y Amat comentó: “En Cannes la vi por primera vez con público y muchas de las cosas que pensé que iban a ser más ligeras no se trasmitieron tan fácilmente, pero en ambientes más relajados como aquí en Guanajuato se entendieron y surgieron esos detalles de humor que tiene la película. Claro que no los diseñamos en el guión para ser cómicos, pero sí los pensé para hacer un contrapunto, y en el rodaje salieron más cosas de los personajes, cuyas torpezas –por no contar con formación actoral– ayudaron a acerar esos momentos cómicos.

En México se entiende la película cabalmente, y no se ve sólo como una cinta de violencia; aquí el público trata de ver más allá, con más facilidad que en el extranjero.

Ante su figura de aparente indefensión y tranquilidad, se le dice que de no ser cineasta, tal vez sería un serial killer, sobre lo cual consideró: “Según yo, si no fuera cineasta, sería chef, pero me interesan mucho los asesinos seriales. Parte de mi interés por el tema viene de la información que recibimos de la prensa. Desde hace años nos alimentamos con esas revistas como Alarma... de ahí viene la forma como vemos la violencia, porque muestran muy gráficamente accidentes y muertes violentas. Las recuerdo desde hace mucho y seguro me afectan en la forma como me interesa enseñar la violencia”.

Continuando con su hilo discursivo Amat agrega: Hay que hablar de esto y verlo como está pasando en México y en el mundo, no sólo de forma pornográfica, sino tratar de ver el fondo, lo que hay detrás de esa situación y de sus consecuencias.

Sobre su formación autodidacta dijo: “Mi papá siempre me inculcó que la escuela era mala y la dejé a los 15 años, porque decidí que quería hacer cine e hice mi primer corto. Además, filmar no es como ser médico o cirujano plástico: una profesión donde realmente necesitas estudiar, porque vidas dependen de tu trabajo; hacer cine no pone en riesgo ni gana vida. Como dice Werner Herzog: ‘el cine es el arte de los analfabetas’; así me sentía yo, pero Herzog fue una gran inspiración”.

A Danny Boyle le gustó Heli

El cineasta Danny Boyle asistió a la función inaugural de Heli. Asediado por el público y la prensa, al británico se le preguntó su opinión sobre la cinta de Amat Escalante, y contestó: Es una película fantástica. Es increíble ver a un elenco que nunca había actuado; es estupendo. Es un filme poderoso; es más que merecido el premio como mejor director que le dieron en Cannes. Es una película bella en todos los sentidos, de bajo presupuesto, pequeña, pero fantástica. Realmente muy buena.

Sobre su punto de vista sobre las críticas que recibió en Cannes por la violencia que exhibía la cinta de Escalante, Boyle mencionó: “Hay oscuridad por todos lados. Pero también estamos rodeados de luz, siempre hay que recordar que tenemos mucha luz, por eso el final de la película Heli. Trató de reflejar eso; además es una cinta amorosa, difícil de ver, pero no grotesca. No sentí que buscara crear shock. Es poderosa”.

Extendiendo su anterior respuesta, Danny Boyle expresó: Una escena muy poderosa que me gustó, muy obsesiva, pero no gratuita, es cuando están golpeando a los muchachos con el bat de cricket. No sabía que en México jugaran cricket. ¿Lo juegan, verdad? Finalmente, el director de Tumba a ras de la tierra, dijo: Es la primera vez que veo algo de él, pero seguro veré todo lo que ha hecho.