Rinde homenaje al grabador y periodista
en su centenario luctuoso
Tantas calaveras del artista me remiten de manera inevitable a la muerte, al horror y la violencia de los que hoy es víctima el país, explica el caricaturista
Se trata de una alegoría salpicada de humor
de lo que vivimos
Todo eso se relaciona con las políticas de seguridad pública, dice
Martes 13 de agosto de 2013, p. 4
Como un homenaje a José Guadalupe Posada (1852-1913) y con la finalidad de conmemorar el centenario de su fallecimiento, el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, realiza un mural que lleva por título La pesadilla de Posada.
La obra se inspira en las calaveras y personajes del reconocido grabador mexicano, nacido en Aguascalientes.
Auspiciado por la delegación Coyoacán, el mural consta de 12 paneles que miden más de 31 metros cuadrados.
Hecho en acrílico sobre lino, será un trabajo itinerante, por lo que podrá ser apreciado en distintos espacios y foros.
Los personajes de Posada son de una enorme actualidad, explica el caricaturista de La Jornada. “Tantas calaveras me remitieron de manera inevitable a la muerte, al horror y la violencia, de los que actualmente es víctima nuestro país. En el sexenio de Felipe Calderón, se calcula hubo aproximadamente 60 mil muertes. El mural, en ese sentido, es una alegoría salpicada de humor, del horror de lo que estamos viviendo.
“Toda esa feria de calaveras –abunda el artista– está estrechamente relacionada con las políticas de seguridad pública, que en su momento adoptó Calderón y que de cierta forma ha continuado Peña Nieto”.
Patria sollozante
En el mural aparecen diversos personajes. En la esquina inferior izquierda, se puede apreciar a Posada, junto con su hijo. Atrás de ellos, se ubica una alegoría de la patria, tapándose el rostro, que el mismo Posada representó y refleja lo que ocurre en México: Es la patria desesperada, llorando, que se tapa los ojos con vergüenza y dolor
, indica El Fisgón.
En la parte superior, del mismo lado, se encuentra un retrato del Tío Sam, con un catalejo o telescopio, mirando a México.
“Había que hacer referencia a las revelaciones sobre el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), de Estados Unidos, hechas por el ex contratista de la CIA, Edward Snowden. Aquí, señala El Fisgón, se observa al Tío Sam viendo desde la NSA hacia México”.
En esa parte, también se representa el muro que se pretende poner en la frontera de México y el vecino del norte.
Abajo, al centro, aparece Don Chepito, quien fuma mariguana. Junto a él está Diego Rivera, también fumando hierba. Ello, en referencia al debate sobre la despenalización de la mariguana. “Aquí, Don Chepito mariguano, representa al consumidor gringo. Y como el mito de Posada fue, en gran medida, alimentado por una serie de cosas muy locas que dijo Rivera, pues también aparece dándose ‘las tres’ con Don Chepito”.
Una de las calaveras más emblemáticas de José Guadalupe Posada, la famosa calavera oaxaqueña, aparece con un puñal ensangrentado en una mano y un cuerno de chivo en la otra, en actitud amenazante contra un grupo de calaveras que huyen.
Quien simboliza esa calavera, hoy día, es el narcotráfico
, expresa el caricaturista.
Otro personaje de Posada es el Padre Cobos y una niña que, de espaldas, se levanta la falda y en las pompas
, por ciertas malformaciones de la piel, se le dibuja un rostro. Son dos personajes que fueron dibujados por separado, pero que aquí se juntan. El Padre Cobos se convierte aquí en el Padre Maciel.
Tributo a periodistas asesinados
En otra parte del mural La pesadilla de Posada se aprecia una serie de diablitos, también figuras del grabador, pero uno de ellos se lleva un barril de petróleo. Aparece también un cementerio y en una de las lápidas, continúa El Fisgón, estarán escritos los nombres de periodistas asesinados en los recientes años, en el país
.
En el centro de ese conjunto de imágenes aparece una enorme calavera todopoderosa, agachada, comiéndose a un cristiano vivo
, que defeca calaveras. Montada en ella, la figura empequeñecida del general de cinco estrellas, Felipe Calderón
.
Con este trabajo, el cual tiene proyectado entregar antes del 15 de septiembre, Rafael Barajas, El Fisgón, debuta como muralista.
Para este homenaje, concluye el caricaturista, “no podemos hablar de José Guadalupe Posada, sin hablar de calaveras, y no podemos hablar de México, sin hablar del horror que estamos viviendo.
En tiempos de Posada, se trataba de construir una nación. Hoy día, la están destruyendo, de ahí la pesadilla de Posada, plasmada con cierto sentido del humor. El homenaje estaría incompleto si no tomamos en consideración que José Guadalupe Posada también era grabador y periodista, ligado al sentir del pueblo mexicano
.