Presentan libro sobre relaciones entre ambos países, auspiciado por UNAM y SRE
El envejecimiento de su población lo obligará a querer asegurar el suministro de trabajadores, dicen
Viernes 6 de septiembre de 2013, p. 41
Ante el envejecimiento de la sociedad estadunidense, no es desproporcionado imaginar un futuro cercano en el que esa nación sea la que busque activamente un acuerdo migratorio para asegurarse el suministro de miles de trabajadores que le permitan mantener su enorme economía funcionando, convinieron los presentadores del libro Las relaciones México-Estados Unidos 1756-2010, de los investigadores Gerardo Gurza Lavalle, Paolo Riguzzi, Patricia de los Ríos y Marcela Terrazas y Basante.
Entre los presentadores de la obra –auspiciada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)– se encontraban el rector de la máxima casa de estudios, José Narro Robles; Silvia Núñez García, directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, y el subsecretario para América del Norte, Sergio Alcocer, quienes coincidieron en señalar que el texto logra un análisis que trasciende el simplismo y el reduccionismo metodológico para dar una visión más completa y amplia de la compleja y rica relación.
Al comentar la obra, de dos volúmenes, destacaron además que dada la importancia de Estados Unidos como centro del comercio continental y la vecindad geográfica con México, se presenta la oportunidad de repensar la relación con una visión estratégica y global que proyecte a América del Norte como región y no constituida por países aislados, y como un nuevo enclave de productividad, innovación y competitividad a escala internacional.
La profundización de la integración económica y el arrastre que ejerce la economía estadunidense tienen como consecuencia la sincronización de los ciclos económicos de México y Estados Unidos
, establecen los autores, lo que tiene una parte negativa, recordaron los presentadores, como lo demostró la crisis iniciada en 2008 y que impactó duramente a la economía mexicana, por lo que destacaron la importancia de diversificar el comercio.
Los autores mencionan también que los estereotipos construidos en cada país sobre su vecino han obstaculizado el desarrollo de una relación bilateral próspera, por lo que debe trabajarse en una nueva cultura por medio de los jóvenes, con intercambios educativos y culturales que contribuyan a modificar la falsa idea que tiene a la migración como la causante de todos los males.