Ciudad Juárez, Chih., 7 de septiembre.

Once integrantes de la familia Alvarado, residentes del ejido Benito Juárez, municipio de San Buenaventura, solicitaron asilo en El Paso, Texas, debido a las amenazas de muerte recibidas luego de denunciar la desaparición de tres de sus familiares ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).

Las personas que fueron interceptadas el 9 de diciembre de 2009 en un retén militar de Buenaventura son Nitza Paola Alvarado Espinoza, de 31 años; Rocío Irene Alvarado Reyes, de 19, y José Ángel Alvarado Herrera de 31 años.

Leticia Alvarado informó en una carta que decidió salir de México y solicitar asilo en los Estados Unidos, acompañada de su esposo, padres, sus cuatro hijos y dos sobrinos, hijos de Nitza Paola, porque no tienen garantías del gobierno mexicano a pesar de que existe la orden de la CIDH para apoyarlos con medidas cautelares.

En la misiva también dice que la desaparición forzada de sus familiares les cambió la vida, pues aunque hicieron todas las denuncias ante las autoridades correspondientes, sólo recibieron maltrato e incriminaciones. Vivimos escondidos con temor, coraje e impotencia al ver que nunca nos hicieron caso.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reconoció en su momento que sus integrantes se llevaron a los tres miembros de la familia Alvarado. Pero, no se sabe nada de ellos y las indagatorias no tuvieron resultados a pesar de una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Derivado de la desaparición de los integrantes de la familia Alvarado, y las denuncias, al menos 37 de sus descendientes se han tenido que ir a vivir a otra región por temor a sufrir más agresiones.