Martes 24 de septiembre de 2013, p. 8
Acapulco. Crecen el hambre y la sed en habitantes de colonias marginadas de la periferia y la zona rural, damnificados por Manuel. Desesperados, pobladores de Apalani –localidad de unas 300 viviendas en la zona rural– tuvieron que caminar hasta el puerto primero, y después, en un viaje en camioneta de tres horas, hasta la delegación de la Cruz Roja, en la colonia Costa Azul en la Zona Dorada, para pedir víveres. Unas 20 mujeres explicaron que las 50 despensas que les entregaron el viernes no son suficientes para los afectados de la comunidad. Mientras, en el Foro Imperial de la Zona Diamante unas 50 personas se formaron desde las primeras horas de la mañana de este lunes en busca de las despensas resguardadas por los soldados. En el Viaducto Diamante, unos 50 hombres, mujeres y niños pedía víveres y agua embotellada a automovilistas que circulan a la altura del poblado de Tres Palos.