Con el demoledor paso que lleva el América en el torneo, la afición debe estar contenta, festejando, indicó el defensa Paul Aguilar, pero nosotros dentro del equipo tenemos que estar tranquilos” y continuar trabajando con esa humildad, para mantener el lugar de privilegio del Apertura 2013.

El zaguero insistió en que el plantel se maneja con mucha humildad, por lo que en la conferencia de prensa de ayer en las instalaciones de Coapa se le preguntó si de verdad alguien no se ha sentido en las nubes con tantos elogios, y respondió: “Todos han visto que este equipo siempre ha trabajado así, sobre todo por la gran competencia que existe dentro del grupo.

Eso hace que nadie se relaje y si alguien se sale de las casillas, pues lógicamente Miguel (Herrera) y su cuerpo técnico son los encargados de volverlo a meter. Pero hasta el momento no.

Añadió que con buenos resultados se trabaja mejor y ellos continúan enfocados en su objetivo, que es ganar otra vez el título.

Los récords de puntos o de victorias en la liga local no los seduce: Más allá de todas esas cosas, lo importante es cómo funciona el equipo dentro de la cancha. Queremos el bicampeonato, estamos trabajando para ello, paso a paso, pero es más importante el funcionamiento que otras cosas.

Recordó que en el compromiso anterior Chiapas venía jugando bien, pero nosotros trabajamos el partido, nos adaptamos a las circunstancias, y lograron su séptima victoria. Ahora, en la visita de este fin de semana al Veracruz, esté haciendo calor, frío o lo que sea, el equipo tiene que adaptarse y salir siempre con la mentalidad de ganar.

Espera un rival muy complicado, porque todos corren, aparte la mayoría son jugadores de mucha experiencia, así que será importante que estemos bien ordenaditos para salir airosos.

Por último, consideró que no les afectará para nada la ausencia de los seleccionados en estos primeros tres días de la semana, porque Herrera ya los conoce bien y ahora el Tricolor es más importante para todos.

En tanto, el mediocampista Luis Mendoza rechazó que calificar con tanta anticipación pueda hacerlos caer en exceso de confianza. Al contrario, sería una motivación extra para actuar con más intensidad.

Resaltó que el punto débil de ellos, como el de todo equipo, es cuando uno deja de hacer las cosas que está haciendo bien.