En México y Honduras el grupo representó 70% de los despidos
Miércoles 25 de septiembre de 2013, p. 25
Washington, 24 de septiembre.
El progreso hacia la igualdad de género en el mundo se ha estancado en los últimos años y las mujeres aún tienen menos trabajos asalariados que los hombres y reciben sueldos menores por su trabajo, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un estudio. En los países en desarrollo, la crisis económica afectó a las mujeres de forma desproporcionada. En México y Honduras, las mujeres representaron 70 por ciento de los despidos.
El FMI renovó su esfuerzo por fortalecer el papel de la mujer en la economía y argumenta que puede elevar las perspectivas de crecimiento y mejorar su desarrollo. El sólo hecho de tener la misma cantidad de hombres y mujeres en la fuerza laboral podría aumentar el crecimiento económico en 5 por ciento en Estados Unidos, 9 por ciento en Japón y 34 por ciento en Egipto, estimó el FMI.
La entidad sostuvo que las mujeres han avanzado en ciertos países, pero aú
En todo el mundo, la mitad de las mujeres participan en el mundo laboral, pero la cifra cae a apenas un quinto en lugares como Asia y el Norte de África.
La brecha entre hombres y mujeres en la fuerza laboral se ha estrechado desde 1990, y las mujeres ahora representan 40 por ciento del número global de trabajadores. La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo que ha sido difícil mantener el impulso tras el gran progreso en igualdad de género desde la década de 1950.
En las economías avanzadas, las mujeres todavía recibían pagos 16 por ciento menores que los hombres, incluso en las mismas ocupaciones, y son menos representadas en posiciones altas y entre empresarios.
Para alentar a más mujeres a buscar un trabajo pagado, el FMI sostuvo que los países deberían enmendar las leyes que gravan los ingresos familiares en vez de los individuales –como Francia, Portugal y Estados Unidos– para evitar que las parejas casadas paguen impuestos más altos si ambos tienen empleos fuera de casa.
Por su parte un informe del Banco Mundial arrojó que al menos 15 países, entre ellos Bolivia, continúan prohibiendo a las mujeres trabajar sin el consentimiento de sus maridos, a pesar de algunos avances en la igualdad de los sexos.