Puede mencionar
el capítulo 7 de la Carta de la ONU, sólo si Assad viola compromisos, dice
Sigue la investigación sobre el uso de armas químicas; inspectores vuelven hoy a Damasco
terroristas, como suele llamar a rebeldes que combaten al presidente Bashar AssadFoto Reuters/Sana
Miércoles 25 de septiembre de 2013, p. 22
Moscú, 24 de septiembre.
Rusia admitió este martes que una resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria puede mencionar
el capítulo siete de la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que permite duras sanciones o el uso de la fuerza si el texto no es respetado, pero aclaró que ello no implicará el uso automático de la fuerza.
El capítulo siete sólo puede ser mencionado como una de las medidas
a adoptar posteriormente, en caso de violación de los compromisos adquiridos o si alguien, da igual quién, usa armas químicas
, declaró el viceministro del Exterior, Serguei Riabkov, ante la cámara baja del Parlamento.
Rusia y Occidente se enfrentan en el campo diplomático sobre el contenido de la resolución que debe ser adoptada en el Consejo de Seguridad de la ONU, tras la adopción en Ginebra, el 14 de septiembre, de un plan ruso-estadunidense para desmantelar el arsenal químico sirio.
Occidente busca una resolución vinculante
, lo que sería el caso si fuera adoptada bajo el capítulo siete de la Carta de la ONU. Rusia se opone a ello y presiona para que las medidas previstas según dicho capítulo sean eventualmente objeto de una segunda resolución, que se votaría en caso de violación de anteriores compromisos por parte de Siria.
Riabkov sostuvo que el documento que se adopte en el Consejo debe abocarse al respaldo de los esfuerzos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), y anunció la disposición de Moscú de trabajar con este organismo en el proceso de destrucción del arsenal químico sirio.
Comunicó además que los inspectores de la ONU regresarán el miércoles a Siria para continuar con las investigaciones sobre la utilización de armas químicas. Rusia considera parcial el informe de los expertos sobre el ataque químico del 21 de agosto en Ghuta, suburbio de Damasco, y pedía su regreso para indagar otros presuntos casos del uso de ese tipo de armamento, de los que acusa a la oposición armada.
En el terreno, al menos siete personas murieron y 15 resultaron heridas al estallar un coche bomba en Damasco, informó desde Londres el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La televisión estatal responsabilizó de la explosión a terroristas
, término que suele usar para referirse a los rebeldes.
En Maalula, a 55 kilómetros de Damasco, unas 40 monjas y huérfanos permanecen cercados en un convento de esa ciudad cristiana, escenario de tiroteos entre el ejército y los rebeldes desde el 12 de septiembre, señaló el patriarcado greco-ortodoxo de Antioquía.
En el convento ortodoxo Mar Takla se vive una situación difícil, dado que el abasto de víveres es irregular y riesgoso, además de que no hay suministro de agua debido a desperfectos provocados por los tiroteos.