En su último día de conferencias en el Distrito Federal, el Dalai Lama llamó a los jóvenes a contribuir para que el siglo XXI sea de paz y diálogo, a diferencia de lo que ocurrió el siglo pasado, en el que había prontitud en usar la fuerza para resolver problemas, lo que ocasionó que murieran en conflictos armados más de 200 millones de personas, sin que realmente se solucionara algo ni que haya propiciado un mejor mundo.

Ante estudiantes de diversas universidades, entre ellas la Iberoamericana, el Tec de Monterrey, la Nacional Autónoma de México, la Metropolitana y el Instituto Politécnico Nacional, así como el Colegio Madrid y planteles de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial, padres de familia y profesores, el líder espiritual tibetano,Tenzin Gyatso, remarcó que la violencia no es un método ni eficaz ni válido para resolver conflictos y precisó que el camino es a través del afecto y de la paz.

El Nobel de la Paz 1989 indicó que alcanzar un siglo de paz en el mundo no significa que no haya conflictos, pues siempre habrá diversos puntos de vista que generen tensión, pero, indicó, la diferencia está en la forma de resolver esos problemas.

Insistió en la importancia de la educación como promotora de valores universales (entre ellos, la bondad, la paciencia, la tolerancia y la compasión) que puedan abarcar tanto las perspectivas humanistas agnósticas como las diversas perspectivas religiosas y la forma en cómo éstos generan mejores individuos, mejores familias y sociedades.

Resaltó que en la educación debe prevalecer una visión holística para encarar los problemas desde distintos ángulos, y llamó a los maestros no sólo a enseñar conocimientos, sino a hacer su trabajo con verdadero y honesto interés en que su acción educativa forme mejores personas.

Previo a la plática del Dalai Lama, Marco Antonio Karam, presidente de Casa Tíbet México, informó que la venta de entradas para las conferencias de Tenzin Gyatso en la Arena Ciudad de México recaudaron 7 millones 440 pesos y que los gastos de la visita ascendieron a 4 millones 400 mil pesos. Detalló que, descontando el pago de impuestos de 30 por ciento, las ganancias podrían ser de 2 millones 598 pesos.

Karam señaló que el informe de finanzas se rendía en aras de la transparencia e indicó que ese total se dividirá en tres: la primera por 686 mil pesos va al Fondo Dalai Lama; la segunda, de 686 mil pesos se dividirá en dos: 343 mil pesos para apoyar la labor en favor de los migrantes que realiza el sacerdote Alejandro Solalinde y la otra mitad para el Fondo de Desastres Naturales de la Cruz Roja Mexicana.

Los restantes 686 mil son para Casa Tíbet México, la cual imparte diversos cursos budistas.