La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó ayer la inmediata liberación de Israel Arzate Meléndez, acusado de participar en la masacre de Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde fueron asesinados 16 estudiantes el 30 de enero de 2010.

Los ministros ampararon al quejoso, quien argumentó que fue detenido ilegalmente por militares el 3 de febrero de 2010 y que durante su retención en instalaciones castrenses fue torturado para que se declarara culpable. La confesión del acusado fue considerada nula por haber sido obtenida en instalaciones castrenses.

Por primera vez, la Corte determinó que las declaraciones preparatorias rendidas en cuarteles son inconstitucionales, aun cuando esté presente un agente del Ministerio Público.

Con los votos de Olga Sánchez Cordero, José Ramón Cossío y Arturo Zaldívar, los ministros concedieron el amparo liso y llano para que Arzate quedara en libertad, aunque tiene pendiente otro amparo ante la propia SCJN, en un proceso por robo de vehículo.

Jorge Pardo Rebolledo y José Ramón Cossío votaron en contra de la resolución por considerar que era suficiente con anular las declaraciones que el acusado rindió en el cuartel del 28 Regimiento de Caballería Motorizada en Ciudad Juárez, Chihuahua, y proponían reponer el procedimiento sin tomar las pruebas ilícitas.

En su resolución, la SCJN estableció que cuando los militares detengan a civiles en flagrancia deben ponerlos a disposición del Ministerio Público sin demora. El acusado permaneció más de un día en el cuartel y fue sometido a tortura física y mental para declararse culpable de la muerte de los jóvenes, acribillados en un domicilio particular.

La sentencia precisa que es ilegal que los civiles rindan declaraciones preparatorias en cuarteles porque la retención en una guarnición genera un clima coactivo en perjuicio del inculpado, lo cual vicia su confesión, por la presencia de autoridades armadas que no están facultadas legalmente para actuar en esas condiciones.

Al conocer la decisión, el juarense Israel Arzate Meléndez, quien estuvo arraigado tres años y ocho meses, comentó que aún no puede creer que lo vayan a dejar en libertad después de que lo culparon sin pruebas.

Estoy contento. Esto se lo debo a mi mamá (Guadalupe Meléndez) y a mis abogados, que creyeron en mi inocencia. Se pudo comprobar que yo estaba en una fiesta, lejos de donde ocurrió la masacre.

Este miércoles, por primera vez desde hace un año, cuando fue arraigado en el domicilio de su madre, en la colonia Roma Poniente de la urbe fronteriza, los agentes que lo custodian le permitieron asomarse por la puerta y hablar.

El abogado de Israel Arzate, Simón Hernández León, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, señaló que aunque ya no hay obstáculos legales para liberar al joven, las autoridades judiciales de Chihuahua buscaron retrasar ayer su salida del arraigo domiciliario.

Subrayó que Arzate podría seguir en libertad el proceso por robo de vehículo, ya que se trata de un delito no grave; sin embargo, la fiscalía de Chihuahua dice que tiene que llevarlo ante un juez para poder dejarlo en libertad, pero eso es ilegal, porque ese acto no necesita otra autorización.

Por el caso Villas de Salvárcar fueron sentenciados a 240 años de prisión Juan Alfredo Soto, Aldo Fabio Hernández, José Dolores Arroyo y Heriberto Martínez, quienes confesaron haber participado en la matanza.

Lo trasladan al DF

Después de que un juez de garantía notificó a Israel Arzate que quedaba en libertad, a las 20:30 horas policías federales lo trasladaron al aeropuerto de Ciudad Juárez, de donde sería trasladado al Distrito Federal a petición de su abogado, por seguridad y para que se reúna con su madre. Creo en la justicia de México más no en la del estado, comentó antes de partir.