México, segundo mercado farmacéutico en América Latina
Jueves 7 de noviembre de 2013, p. 42
Desde 2005, clínicas y hospitales de México están obligados a reportar las reacciones adversas de los pacientes al uso de medicamentos, pero sólo lo hacen de manera parcial, advirtió Alejandra Rosete, especialista en el tema.
Dijo que la farmacovigilancia es una disciplina desarrollada a escala internacional desde los años 60, que contribuye a disminuir los riesgos a la salud. De acuerdo con información oficial, entre 1999 y 2010 el país generó alrededor de 50 mil notificaciones al programa internacional en la materia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que equivale a menos de uno por ciento de la información que se recibe en esa base de datos.
Rosete destacó que el indicador resulta incomprensible para un país cuyo mercado farmacéutico ocupa el segundo lugar en América Latina, está entre los más poblados del mundo y sus habitantes son propensos a practicar la automedicación.
Aunque no hay información sólida sobre las reacciones adversas de las medicinas en México, estudios aislados dan cuenta de una situación que debe corregirse. Un seguimiento realizado en áreas de urgencias de hospitales encontró que 70 por ciento de enfermos con efectos indeseados se originó por automedicación.
En el caso de la población infantil, el problema es más frecuente cuando médicos que no son pediatras se encargan de emitir la receta médica. Con esta información obtenida en un hospital privado se decidió que los niños enfermos deberían ser atendidos sólo por especialistas.
En conferencia de prensa, Rosete planteó la importancia de que México cuente con un sistema de farmacovigilancia eficaz, en el que participen el personal de salud, instituciones, órganos reguladores y autoridades, con el objetivo de mejorar la calidad de vida individual, evitar costos innecesarios en la prestación de servicios médicos y contribuir a garantizar la calidad de los medicamentos.
Entre 2010 y 2012, el programa nacional de farmacovigilancia a cargo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios documentó información de 22 hospitales donde ocurrieron 781 incidentes
; de estos, 98 se debieron a riesgos asociados a las medicinas.
Una tercera parte de tales riesgos fue por la administración errónea de las dosis, 20.6 por ciento por omisiones en el tratamiento. En 6.9 por ciento, los incidentes hospitalarios se debieron a reacciones adversas a los fármacos.