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La Máquina se sobrepuso a la ausencia de su afición por veto al estadio

Cruz Azul remonta en el último minuto y se impone 2-1 a Santos

“Nos llevamos un justo premio: Tena

Caixinha pide no ser fatalistas

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Al minuto 89 Mariano Pavone selló el triunfo del conjunto cementeroFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de enero de 2014, p. a14

En un choque extraño, triste –con el graderío vacío y con gélido viento–, Cruz Azul se sobrepuso a la ausencia de su gente y con un buen segundo tiempo dio la voltereta al partido y conquistó sus primeros tres puntos en casa, al vencer 2-1 a Santos.

El tanto, que dio vida al tablero, fue del ex celeste Javier Orozco, al minuto 25, pero los Cementeros remontaron por conducto de Jerónimo Amione (78) y de Mariano Pavone (89). La Máquina suma cuatro unidades luego de dos fechas, mientras los Guerreros se quedaron con una.

El Cuadro de la Comarca Lagunera terminó el primer tiempo con el marcador en su favor, en un encuentro que no supo guardar secretos, porque se escuchaban los diálogos, los gritos y hasta los insultos que comunmente cruzan los jugadores. Todo eso a pesar de que el sonido local transmitió esporádicamente y a todo volumen las grabaciones con que suele incitar al público a apoyar a los celestes.

Apenas saltó al campo de juego para realizar ejercicios de calentamiento, el portero de Santos, Oswaldo Sánchez, mostró su extrañeza, recorrió el área grande y al no toparse con los habituales insultos de la hinchada local, se dirigió al palco de prensa para solicitar: “¡Por lo menos miéntenme la madre…!”

Afuera, sin poder rebasar el cerco policial, un grupo de seguidores estuvo sólo algunos minutos entonando cánticos y porras para los locales.

Ambos equipos buscaron mostrar vocación ofensiva. Sin embargo, sus ideas no parecían claras.

Los visitantes cobraron un tiro de esquina, Rafael Figueroa cabeceó y el ex cruzazulino le dio dirección con el pie para encajar el 0-1, pero decidió no festejar, a pesar de la algarabía en la banca del conjunto de Torreón, como lo había adelantado, por cariño al equipo de sus orígenes.

El Chaco Giménez salió lesionado al minuto 29 y su lugar lo ocupó Mauro Formica.

El silbante Miguel Ángel Chacón expulsó a José Abella, al 39, después de que chocó con Torrado. El capitán de los celestes cayó como si estuviera noqueado y el nazareno se dejó engatusar.

Con el Flaco Tena al borde de su área, el equipo anfitrión insistió, acosó al nervioso arquero rival, pero la zaga guerrera se multiplicó y por momentos, en varios rebotes, tuvo la suerte de su lado.

Tena echó mano de sus hombres de ataque en busca de la igualada. Torrado dejó su sitio a Gustavo Nápoles, mientras Gerardo Flores salió por Amione.

La insistencia celeste rindió frutos al 78, cuando Amione cabeceó para sacudir las redes tras un buen servicio de Fabián.

En la recta final, cuando Oswaldo se apropió de la pelota ante una nueva embestida cementera, Amione intentó desarmarlo; Juan Pablo Rodríguez llegó a empujar al atacante y se armó la gresca.

Sólo fueron empujones pero resultaron amonestados Oswaldo y Rodríguez, por la visita, y por los de casa vieron cartón amarillo Amione, Fabián, Rojas y Nápoles.

En la reanudación, Fabián cometió dura entrada sobre Ibáñez y recibió su segunda amonestación. No obstante, Cruz Azul ganó enseguida un tiro de esquina por la izquierda, que cobró Nápoles y en el corazón del área saltó Pavone para cabecear certero y clavar el 2-1, a un minuto del final.

Mientras Caixinha señaló que el partido fue frío, feo y sin emoción por la ausencia de público, reconoció que su equipo resintió de más la expulsión y no supo acomodarse: Si 11 contra 11 es difícil, mucho más cuando tienes uno menos porque vas detrás del balón y el sacrificio es el doble.

Sin embargo, pidió no ser fatalistas ni echar culpas a otros y optó por no hablar del arbitraje.

De su lado, Tena se mostró contento por la reacción de su plantel: Hubo determinación, dinámica, empuje y agallas. Quizá nos faltó claridad ante un Santos bien parado y con mucho oficio, pero mi equipo tuvo el temperamento, la determinación de voltear el marcador y al final nos llevamos un justo premio.

Sobre la ausencia de los aficionados, expresó: “Es muy triste. Uno oye todo, los gritos del otro técnico, de los jugadores, se siente como en el barrio y eso te va haciendo enojar; ver que todos reclaman al árbitro y tratan de sacar provecho.

Ojalá no vuelva a suceder; nos gusta que nuestra gente nos empuje y me agradaría que esté dentro de 15 días aquí apoyándonos contra Veracruz.