Melbourne, 15 de enero.

Los abandonos continuaron y las quejas crecieron, pero los grandes favoritos en el Abierto de Tenis de Australia avanzaron a la tercera ronda, inmunes a la ola de calor que azota el sur del país.

A los triunfos de la estadunidense Serena Williams y del serbio Novak Djokovic –ella número uno del mundo y él dos en el escalafón varonil– se unieron el español David Ferrer y el checo Tomas Berdych.

El calor es tan agobiante, que el torneo se enfrentará mañana a la cuarta jornada más calurosa, con 44 grados celsius que elevará las dificultades para los jugadores, ya de por sí exigidos desde hace dos días por el clima extremo en Melbourne. A lo anterior se añade la posibilidad de lluvias y un mayor nivel de humedad.

Pensé que podía llegar a morir, dijo el croata Ivan Dodig, quien hoy abandonó acalambrado, cuando derrotaba al bosnio Damir Dzumhur 6-4, 6-4, 3-6 y 1-4.

No es aceptable jugar en estas condiciones, añadió y pidió suspender el juego entre las 13 y las 16 horas, cuando la situación es de calor extremo.

Ferrer, quien hoy derrotó al francés Adrian Mannarino por 7-6 (7-2), 5-7, 6-0 y 6-3, no está de acuerdo: Es de los días que más calor he sentido en mi carrera. Una sauna, pero al final forma parte del juego. Es la esencia del tenis, ver quién es más duro de cabeza y quién tiene más coraje en los momentos críticos para llevarse el partido.

Este viernes, Ferrer jugará en duras condiciones ante el francés Jeremy Chardy, vencedor del ucraniano Alexander Dolgopolov por 7-5, 7-6 (7-5), 6-7 (3-7) y 7-6 (7-5).

Berdych pareció disfrutar del juego al vencer al francés Kenny De Schepper, 6-4, 6-1 y 6-3 y situarse entre los mejores 32, y se medirá con Dzumhur, de 21 años, 188 del ranking y proveniente de la clasificación.