Enrique Serna, Adolfo Castañón y Julio Hubard, entre los participantes
clásico vivoGabriel Zaid para festejar sus 80 años
Domingo 26 de enero de 2014, p. 6
El ensayista, traductor, editor y poeta Gabriel Zaid, un clásico vivo
, cumplió el viernes 80 años de edad. Para celebrarlo, El Colegio Nacional, del que es integrante, organizó una mesa redonda en la que sus colegas, pero sobre todo, devotos lectores, comentaron su obra.
Fiel a sus principios de mantener el anonimato, el autor no asistió. Sus compañeros recordaron que la única vez que se le vio por el recinto fue en 1984, precisamente cuando ingresó a El Colegio Nacional, reconocimiento que entonces le pareció irresistible
. Después, ni su amigo Octavio Paz logró que Zaid se presentara en el encuentro para festejar sus 60 años. Tampoco estuvo en 2004 cuando se convocó a un concurso sobre su obra en honor a sus 70 décadas.
La renuncia al yo que propone Zaid, cumplida al pie de la letra con su conducta pública y su tajante negativa a ser fotografiado y entrevistado, podría confundirse con el programa de vida de un fraile carmelita, si no buscara, paradójicamente, acrecentar el poder literario en vez de perderlo, como sucede cuando un escritor o un intelectual renuncia a sus mejores capacidades para dedicarse a la política palaciega
, consideró el escritor Enrique Serna, a quien correspondió hablar acerca del libro Cómo leer en bicicleta.
Añadió que el tiempo ha comprobado que Zaid acertó en esa elección, mucho menos humilde de lo que parece, pues varias de sus propuestas para mejorar la política cultural y la política económica fueron llevadas a la práctica sin darle crédito. Desde la marginalidad elegida, Zaid ha tenido más influencia en la opinión pública que la mayoría de los intelectuales mediáticos de nuestro tiempo.
En su turno, el ensayista Adolfo Castañón habló del libro El secreto de la fama, texto “muy singular, que contiene llaves para adentrarnos en el espíritu de nuestro tiempo, de la cultura del espectáculo. Contienen una denuncia de los mecanismos de promoción universitaria a escala mundial.
“La escritura de Gabriel Zaid está muy lejos de plantearse como gestos aldeanos, pues al mismo tiempo que toca la inmediatez de nuestra región, está conectándonos con una órbita global. Además, El secreto de la fama es una guía de la obra del mismo Zaid, en cierto modo un ejercicio oblicuo de autognosis de la cultura mexicana contemporánea.”
Testigo de la creación del universo
El ensayista Julio Hubard, a propósito de Reloj de sol, señaló que Zaid no es un poeta místico, pero es un poeta de la creación, un poeta desde el principio que asiste a la creación del universo como entidad del habla
.
Citó uno de los primeros poemas de su colega: Navegar, navegar/ Ir es encontrar,/ Todo ha nacido a ver/ Todo está por llegar/ ¿Todo está? por romper /a cantar
, acerca del que opinó: Es un poema extraordinario, brevísimo, con características que para la mayoría de los poetas debieran ser prohibiciones; rimar todos los versos con verbos en infinitivo es desastroso para un poeta que está iniciando, pero, ¿por qué funciona en Gabriel Zaid? Hay varias respuestas técnicas, no me meteré en ellas, pero sí mencionaré el desafío. Que no se pueda algo significa que Gabriel Zaid sí va a poder
.
El encuentro literario fue coordinado y moderado por Enrique Krauze; estuvo presente la esposa de Zaid, la pintora polaca Basia Batorska. También participaron Fernando García Ramírez, con su comentario sobre Leer poesía; Christopher Domínguez Michael, quien comentó De los libros al poder, y Humberto Beck, a quien correspondió opinar acerca de El progreso improductivo.