Aunque por varios años la defensa de los derechos de las personas transexuales registró algunos avances importantes, desde 2009 este movimiento ha entrado en una inercia negativa e incluso se ha estancado, lo que pone en riesgo el acceso de dicho sector a la ciudadanía plena.

Así lo advirtió Gloria Hazel Davenport, directora de programas de sexualidad de la asociación civil Prodiana, quien lamentó que el divisionismo en los grupos de di­versidad sexual y la búsqueda de lucro de algunos políticos han alejado a esta población del ejercicio de derechos básicos, como el de la identidad o la salud.

Durante el ciclo de conversaciones Café diverso, organizado por la organización Asistencia Legal por los Derechos Humanos, señaló que puede verse en peligro el terreno ganado en derechos de los transexuales.

Creo que el balance sería negativo ahorita. Fue positivo hasta 2009, pero de 2009 a 2014, hemos caído en un vacío por los divisionismos de la población (transexual) y la frivolización del concepto de lo trans, que tiene mucho que ver con una visión muy neoliberal, donde el acceso a la identidad hoy es un objeto sólo al alcance de ricos, lamentó.

Lo anterior se refiere a que en 2008 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal concretó una reforma al Código Civil local para permitir que los transexuales puedan tramitar un acta de nacimiento con el sexo al cual sienten que pertenecen.

Sin embargo, explicó Hazel, el ejercicio de este derecho está supeditado a que el peticionario obtenga el aval de un sexólogo –quien emite su opinión mediante un peritaje– y gane un juicio para concluir el trámite, lo cual cuesta unos 40 mil pesos.

Lo anterior, dijo la activista, ha propiciado que desde 2008 no se hayan realizado más de 200 cambios de acta de nacimiento en el Distrito Federal.

Además, esta modificación legislativa se desvinculó de otra reforma hecha en 2009 en la cual el gobierno capitalino se comprometía a brindar servicios de salud a la población transexual, entre ellos terapia sicológica y tratamiento hormonal.