El pintor y grabador Mario Rangel Faz (1956-2009) nunca se preocupó por promover su obra. Tras su fallecimiento, familiares y amigos sí lo han hecho.

Primero, crearon la Fundación Rangel Faz, luego organizaron el acervo de obra que dejó con la finalidad de montar exposiciones, como Mario Rangel Faz: pintura y gráfica, inaugurada el jueves pasado en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles.

Los 41 trabajos incluidos abarcan desde sus primeras épocas, recién egresado de la escuela, hasta su última serie, que dejó inconclusa. Es una muestra muy pequeña de todas las disciplinas que Mario manejaba, expresó Vicente Rojo Cama, amigo de toda la vida de Rangel Faz y curador de la exhibición –junto con Mariana Elizondo.

Rojo Cama se refiere al artista como “una persona de nuestra generación, la de los años 80 del siglo pasado. Fue integrante del grupo Suma a finales de los años 70. Cuando de alguna forma los grupos se deshicieron, Mario se integró, junto con Eloy Tarcisio, María Guerra, Carlos Somonte, Dominique Liquoise y yo al colectivo Atentamente la Dirección. Aparte de hacer su obra personal, le gustaba mucho el trabajo colectivo, al igual que a muchos de nosotros, herederos de la época de los grupos.

Además, Mario siempre se interesó por la docencia. Toda su vida fue maestro en las escuelas nacionales de Artes Plásticas y la de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Fue una figura muy importante para las personas que ahorita trabajan, agregó el compositor, diseñador y artista.

Transitar por muchos caminos

Mario Rangel Faz transitó por muchos caminos. Amante del dibujo y la gráfica, en su discurso personal tuvo al principio una época muy abstracta, luego cayó en una especie de neomexicanismo figurativo, pero más simbólico, en el que hay paisajes del valle de México y símbolos prehispánicos. Esa exploración llegó a su término y se fue hacia el geometrismo y de allí un poco hacia la abstracción geométrica, ya al final de su vida.

Para Vicente Rojo Cama, Mario amaba mucho a México y era muy consciente de su legado cultural desde las épocas prehispánicas, pasando luego por la Colonia, los siglos XIX y XX. De alguna forma quiso sintetizar en su trabajo personal esa herencia. A pesar de la abstracción geométrica de su última etapa, nunca dejó de hacer grabados en los que de repente había manos, pies, caras, es decir, también trataba de integrar la neofiguración dentro de este espectro.

Rangel Faz “dominó todas las técnicas –el dibujo, el grabado y la pintura– y experimentó por muchos caminos para encontrar un lenguaje propio. Por eso es valioso”.

A solicitud de la familia, que está al frente de la fundación, Elizondo y Rojo Cama se han encargado de poner orden en el acervo de la obra de Rangel Faz. No han terminado de catalogarla, sin embargo, Elizondo calcula que de telas son como 300, pero la gráfica resulta incalculable hasta el momento, porque hay muchos grabados, collages, dibujos, cuadernos, series, en todo tipo de técnicas.

También impulsan que la casa donde Rangel Faz trabajó y vivió casi toda su vida (en la calle La Castañeda, en Mixcoac), funcione como su archivo, y para exponer su obra una o dos veces al año. Además, invitar a artistas de su generación, alumnos suyos o colegas para que exhiban sus trabajos.

Militante de causas justas

Rojo Cama, quien hizo mucha música para la obra de Mario, habló de la dificultad de acceder a los espacios públicos para exponer con la nueva generación de curadores, pues se hacen camarillas, pues “tampoco éramos fans de las galerías comerciales; entonces, el hecho de crear un espacio sin un afán de mercadeo nos interesó. Era una idea que estaba en el aire desde antes de que él muriera”.

A la inauguración de la muestra asistieron Alicia Faz –madre de Mario–, así como Luis y José Antonio Rangel Faz, hermanos del artista.

El responsable de Cultura de la delegación Coyoacán, Adolfo Lluvere, se refirió al expositor como un militante de causas justas de nuestro pueblo. Esto hay que recordarlo con su obra, su espíritu y sus convicciones.

La Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles se ubica en la calle Francisco Sosa 202, Coyoacán. La exposición Mario Rangel Faz: pintura y gráfica permanecerá abierta dos semanas.