En su primera visita al país, el escritor interpretará su obra Solos en el Teatro de la Ciudad
De la tragedia de los desaparecidos de Ayotzinapa, me aterra que sean estudiantes, dice
Miércoles 19 de noviembre de 2014, p. 6
No sé divertir. Necesito oscuridad y misterio para mi obra
, dice el escritor de origen libanés Wajdi Mouawad, referencia clave en literatura y teatro en el ámbito internacional.
En su primera visita a México desarrollará diversas actividades entre las que se encuentran la presentación de su novela más reciente, Ánima, y la puesta en escena –que dirigirá y actuará– de su obra Solos (Seules).
Minutos antes de la entrevista con La Jornada, Mouawad (Líbano, 1968) ofreció una conferencia de prensa en la que habló de los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, desaparecidos desde septiembre pasado.
“Desde hace unas tres semanas estoy leyendo mucho, todo lo que puedo encontrar acerca de los muertos (sic) de Ayotzinapa. Por supuesto que se trata de algo que de entrada me aterroriza porque hay algo a nivel simbólico y fuerte en esa tragedia: el hecho de que sean estudiantes.
“En Quebec, el 6 de diciembre de 1990 un joven entró en un salón de futuros ingenieros en la Escuela Politécnica de Montreal, con armas de fuego, hizo salir a todos los hombres y dijo que las mujeres no tenían derecho a acceder a la educación superior. Mató a 14 de ellas. Fue un trauma enorme allá, la llamamos la matanza del politécnico.
“En poco tiempo será el aniversario 26 de esa tragedia, y hasta la fecha nos seguimos haciendo preguntas, seguimos contando la edad de estas mujeres, decimos ‘tendrían 45 años’, ‘seguramente habría tenido hijos’. Todo Quebec sigue contando la edad, porque no se pudo completar el luto. Tal tragedia no puede ser olvidada ni aceptada”, señaló ante los medios en Casa de Francia.
Ese mismo sentimiento me llegó a pesar de la distancia, sin conocer el país, la realidad, el contexto político y social de México. Leí primero acerca de ellos en Líbano, después en Francia y ahora llegar aquí me conmueve mucho. Me hizo preguntarme en qué medida la obra que voy a presentar puede atinar en este contexto, y en un nivel simbólico me conmueve porque entendí que esos estudiantes querían conmemorar otra revolución que fue la de sus padres
.
Partir de hechos brutales
Wajdi Mouawad nació en Líbano, a los ocho años su familia salió al exilio, primero a Francia y después a Quebec, donde al principio quiso ser actor, pero al hablar el francés de Francia, que es completamente diferente al francés quebequense
, se dio cuenta que su única alternativa para actuar era escribir, dirigir y actuar él mismo sus obras, entre las que figuran la tetralogía La sangre de las promesas, formada por Litoral, Bosques, Cielos e Incendios, obra de teatro que se presentó en México en 2010, dirigida por Hugo Arrevillaga, y también fue llevada al cine por el director Denis Villeneuve y nominada al Óscar, además de las novelas Visage retrouvé y ahora Ánima, que se publicó en 2012 y llega en español editada por el sello Destino.
En literatura como en teatro son obras que sacuden al espectador y al lector, y más allá de la violencia que suelen destacar medios y críticos, existe otra parte más profunda que es la búsqueda: ya sea la del hijo que trata de encontrar un lugar para sepultar al padre o al esposo que busca al asesino de su mujer.
“Hay una diferencia importante entre lo que es la búsqueda y la odisea: la búsqueda es salir de tu casa tras algo que se encuentra tal vez al otro lado del mundo, mientras la odisea se trata de una persona que está al otro lado del mundo y busca regresar a casa.
Creo que mi obra oscila entre lo que es la búsqueda y lo que es la odisea, por un lado busco algo profundo, que permite regresar a casa, pero de cierta manera me doy cuenta que esto lo encuentro al ir al otro lado del mundo, al emprender un tipo de búsqueda. Estoy entre la búsqueda y la odisea. Desconfío mucho del sentimiento nostálgico, del lugar perdido, sin embargo, creo que mi obra está en el orden de la búsqueda de algo perdido.
Su trabajo nace a partir de hechos brutales. Por ejemplo, un asesinato es lo que abre las páginas de Ánima. “Honestamente no sé por qué la violencia llama tanto la atención en mi obra. Creo que todas mis historias hablan de algún tipo de trauma, de un choque traumático. Quien habla de trauma habla forzosamente de violencia, pero lo que trato de contar en mis historias es precisamente el sentimiento de pérdida que acompaña estos eventos para el personaje.
“Mi teoría es que una de las características de nuestra época, es que algo falta, como si hubiéramos sido amputados de algún brazo, pero como pasa con los amputados sigue sintiendo ese miembro como si estuviera ahí, pero no lo tenemos. Es un sentimiento complejo, porque no sabemos definir qué es lo que nos falta hoy, pero algo nos falta.
Con mi teatro y literatura busco recordar y hablar de ese sentimiento de falta. ¿Por qué esto llama la atención particularmente en mi obra? Eso no lo sé.
En el arte, añade Wajdi Mouawad, se necesitan los dos extremos: el que divierte y el que habla de la realidad. Evidentemente soy del segundo bando, considero que los dos aspectos son necesarios, pero primero uno debe saber qué es lo que sabe hacer bien y en mi caso no sé divertir. Admiro a las personas que saben hacerlo, porque cuando los necesito ahí están. Sin embargo, necesito misterio, oscuridad, para mi obra. De las dos vertientes hay una que está más cuidada que la otra, la segunda no recibe mucho dinero. El arte o la literatura que no divierte, sino que hace reflexionar, no recibe mucha atención y creo que necesita más cuidados
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Resistencias y resistentes
Cuidar ese arte que mueve a la reflexión en un momento en que los espacios se están reduciendo. “Cada vez es más difícil –prosigue Mouawad– crear o montar obras para los artistas, sin embargo, en esa reducción de espacios hay algo trágico pero a la vez es algo que me interesa, porque el hecho de que se reduzca ese espacio crea resistencias y resistentes, tanto entre los artistas como en el público.
“Crea una suerte de ejército de sombras (armée des ombres), como los resistentes de la Segunda Guerra Mundial, que así se llamaba: el ejército de las sombras. Entonces se crea un tipo de ejército de artistas en resistencia que buscan otras formas de crear pese a las reducciones presupuestales, y un público que pese a que se reduce la oferta busca cómo tener acceso a esas obras.
Es una resistencia que no se puede comparar en sus formas a la de la Segunda Guerra Mundial, son otras maneras de resistir. Sin embargo, es un modo de hacerlo que corresponde a nuestra época y hay algo importante, porque al final de cuentas el arte nuca va a desaparecer, siempre existirá de maneras distintas.
Wajdi Mouawad ofrecerá una conferencia en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, hoy, a las 17 horas, en la cátedra Ingmar Bergman; el jueves presentará Ánima, a las 19:30 horas en Casa de Francia (calle Havre 17, colonia Juárez); el 22 y 23 de noviembre actuará y dirigirá Solos, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, con funciones el sábado a las 19 horas y el domingo a las 18 horas; mientras del 25 al 27 de noviembre impartirá un taller para creadores en el Foro Shakespeare.
El jueves 27, a las 17 horas, se presentará Ventanas, una adaptación libre de la obra Solos, realizada por Hugo Arrevillaga, y al terminar la función Mouawad tendrá un diálogo con la actriz Arcelia Ramírez.