Rumbo al encuentro público de la semana próxima con Cuauhtémoc Cárdenas, el presidente del PRD, Carlos Navarrete, dijo (en alusión a éste) que hay expresiones minoritarias en el partido que pretenden sentarnos en el banquillo de los acusados, incluso desde el pedestal autoconstruído de autoridades morales que no podemos aceptar, porque aquí estamos reunidos dirigentes de 25 años de resistencia a la ofensiva del gobierno.

A unos días de reunirse con el fundador del sol azteca, Navarrete exhortó vehemente a sus seguidores a no sentirse culpables de algo que el PRD no hizo; no somos un partido de asesinos ni de encubridores, aseguró, en referencia al ataque contra normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, y la desaparición de 43, cuya autoría se adjudica a José Luis Abarca, quien fuera alcalde de ese municipio por el PRD.

Ayer, Navarrete se refirió en dos momentos y en términos distintos a su encuentro con Cárdenas: entre hoy y mañana se afinarán los últimos detalles, y se espera que en las próximas horas se reciba una comunicación oficial.

No es la primera vez que el ingeniero tiene una opinión diferente a la de la dirigencia. Sabe respetar decisiones mayoritarias, como nosotros hemos aprendido a respetar las suyas, aunque no las compartamos.

Menos de dos horas después, durante una reunión ante representantes de las principales expresiones internas del PRD, que conforman la corriente mayoritaria que lo llevó a la dirigencia del partido, Navarrete se refirió de forma implícita a Cárdenas y en otro tono. Sin mencionar su nombre, casi arengó a sus simpatizantes contra el ex candidato presidencial.

Durante una reunión en un hotel de Reforma, en la que nadie le reprochó la situación actual del partido, Navarrete aseguró que según las encuestas, el principal responsable de los “hechos de Iguala es la autoridad municipal, luego la estatal y después la federal. Sólo uno por ciento responsabiliza al PRD, aunque –matizó– 51 por ciento de los encuestados asumen que el alcalde era perredista”.

Vehemente ante sus huestes, los conminó a no sentirse culpables de algo que el PRD no hizo. Habló de una encuesta ordenada por el perredismo de resultados contrastantes: según él, contra los que dicen que no pueden dormir porque el PRD se está desmoronando, el partido tiene el 15 por ciento de la intención del voto, para los comicios federales.

Acto seguido, aludió a otra parte de la encuesta: el PRD es el que tiene mayores negativos entre la sociedad, de los 10 que tienen registros, apenas un poco por arriba del Movimiento Regeneración Nacional. Reconoció que el PRD ha cometido errores, como el de no dar seguimiento a sus candidatos una vez que ejercen el gobierno, pero rechazó que su partido sea resposanble en el caso de Iguala, donde sólo admitió que el PRD se equivocó al postular al candidato.

El PRD tiene que cimbrarse, cambiar muchas cosas porque no lo hemos hecho bien, no hemos cuidado nuestros gobiernos, no nos preocupamos por saber como gobierna, ante actos indebidos de corrupción o desviación, nos alejamos de demandas sentidas.

De la reunión, explicó Jesús Ortega, se elaborará un documento de diagnóstico sobre la crisis del país que será presentado a organizaciones civiles, sindicatos, agrupaciones empresariales, con un conjunto de propuestas para enfrentar la compleja coyuntura del país.