De cara a un nuevo año
Inseguridad, corrupción, impunidad
Ojo con otro error de diciembre
Feminicidios en el DF
Las casitas del poder
El ministro
estrena
¡Al abordaje!, el lema
Desaparición de poderes
Cáncer de Estado
Ni pena ni miedo, poesía por Ayotzinapa
yer, en el contexto de la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos, realizada en Palacio Nacional, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, expuso los casos recientes y más indignantes de violación masiva de estas garantías –las dos decenas de ejecuciones extrajudiciales realizadas por efectivos militares en Tlatlaya, estado de México, y el ataque policial contra estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero– como ejemplos de fallas institucionales catastróficas y generalizadas y de la responsabilidad en tales atrocidades –por acción o por omisión– de las autoridades de todos los niveles de gobierno. En ambos casos, señaló el ombudsman nacional, los organismos de seguridad del Estado, cuyo sentido primigenio y último consiste en preservar la vida y la integridad de los habitantes, estuvieron ausentes.
Demandan justicia
tres años de las impunes ejecuciones extrajudiciales de Jorge Alexis Herrera y Gabriel Echeverría, a 55 días del crimen de Iguala, exigimos a las autoridades:
l contraste es inevitable. La huelga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) duró nueve meses, la del Instituto Politécnico Nacional (IPN) apenas pasará de tres. En la UNAM sólo se pudo avanzar a una mesa de diálogo cuando renunció el rector, pero ya era demasiado tarde, el diálogo no prosperó, y en lugar de acuerdos firmados, más de mil estudiantes fueron encarcelados durante meses. Los del IPN, casi de inmediato lograron la renuncia de la directora, consiguieron un nivel muy alto de interlocución y ya han llegado a acuerdos con el Estado. La explicación del trato dispar es evidente, en estos últimos 14 años se generó un enorme lago de sangre y muerte, decenas de miles de desapariciones, extorsiones, pozoleros, niños sicarios, jóvenes sin esperanza, presos o suicidados, asesinatos en masa y una enorme cantidad de funcionarios y políticos desmesuradamente corruptos. Todo esto ha venido generando una creciente de movimientos como el de las madres de Juárez, el de paz con justicia y dignidad de Javier Sicilia, el de rechazados, Atenco, 123, y otros más que nunca han sido cabalmente tomados en cuenta. Una acumulación de agravios que, como pertinaz y eterna lluvia, terminó por generar –con la rotura del dique que significó Ayotzinapa– un desbordamiento incontenible de indignación y reclamos. Y por todo eso el movimiento del IPN nunca fue tocado, sus asambleas jamás fueron cercadas, ni enviadas directamente a la cárcel.
a tragedia, la descomposición social y la impunidad asuelan nuestro país; no es de ahora, llevamos años así, décadas de vivir en una nación que no existe, que nos fue arrebatada por gobiernos perversos que en su tiempo preferimos ignorar, pensando siempre en cuentas regresivas, a cuyo final vendrían nuevos vientos que nos conducirían a un futuro mejor; confiamos en promesas que no se cumplían viendo que eran otros los que disfrutaban de lo que creíamos nuestro, aceptamos el engaño, vivimos con él, ignoramos voces de alerta, señales que presagiaban tormenta, igual con el incremento de la inseguridad que con la aplicación de políticas que nos hacían pagar errores cometidos en nombre de la modernidad y del desarrollo, sin ver beneficios por ningún lado. ¿Cuánto tiempo tenemos viviendo esta historia de engaño?
ualquier ciudadano sabe del horror de verse sujeto a una investigación ante el Ministerio Público. Esta autoridad suele actuar con extrema discrecionalidad y en no pocas ocasiones presiona a un arreglo extrajudicial con el amago de remitir al reclusorio, lugar sin ley en donde se corren todos los riesgos.
n 2001 México presentó ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una propuesta para que se creara una convención internacional que reconociera los derechos de las personas con discapacidad. Esta propuesta fue acogida por la ONU, y con el apoyo de México se redactó y aprobó la actual Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (convención o CDPD), que entró en vigor en 2008. México, reconocido a escala internacional como promotor de la convención, fue lógicamente uno de los primeros países en firmar y ratificar este importante tratado.
inaliza hoy una nueva ronda de negociaciones sobre cambio en Lima, Perú, sin ningún compromiso real para enfrentar el cambio climático, pero con la firme intención de los contaminadores de echarnos la culpa a todos y aprovechar el desastre para hacer nuevos negocios. Los mayores contaminadores históricos buscan eliminar para siempre el principio estipulado en Naciones Unidas sobre responsabilidades comunes pero diferenciadas
entre países, debido a que los BRICS son ahora grandes emisores. La disputa sirve de excusa para no comprometer reducciones reales de gases de efecto invernadero y en su lugar promover falsas soluciones: mecanismos de carbono y tecnologías altamente peligrosas.