Las operaciones se concentran en seis de 22 nosocomios
Miércoles 21 de enero de 2015, p. 34
En 2012, el gobierno federal ofreció atender a todos los niños con alguna malformación en el corazón. Casi la totalidad de estos problemas se resuelve con tratamiento o cirugía, pero a la fecha sólo se atiende a una cuarta parte de los 18 mil infantes que cada año nacen con alguna cardiopatía congénita.
Algunos mueren sin siquiera obtener el diagnóstico de la enfermedad y otros no logran llegar a los servicios médicos de alta especialidad que requieren. En el país existen 22 centros de atención, pero 85 por ciento de las cirugías se realizan en seis de ellos y únicamente hay 60 cirujanos certificados en el área de las cardiopatías congénitas, aseguró Alejandro Bolio, jefe del Departamento de Cirugía Cardiovascular del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG).
En este nosocomio, pionero en el manejo de estos males, se realizan 300 operaciones e igual número de cateterismos, así como dos o tres trasplantes de corazón al año. Y eso, resaltó el especialista, que sólo hay un quirófano y una sala de hemodinamia. Con un quirófano más, dijo, se podría triplicar el número de cirugías.
En conferencia de prensa para hablar sobre el programa de atención de la cardiopatía congénita del HIMFG, Julio Erdmenger, jefe del Departamento de Cardiología, resaltó que el desarrollo científico y tecnológico ha contribuido a incrementar el diagnóstico de las diferentes anomalías cardiacas, incluso desde la gestación.
Con un ultrasonido realizado en la semana 16 del embarazo esto es posible, indicó. La cardiopatía congénita comprende una diversidad de anomalías que afectan la estructura del corazón o de los vasos sanguíneos más grandes y son consecuencia de alteraciones durante el desarrollo embrionario. Este padecimiento es el más frecuente entre los que afectan al miocardio.
De los 18 mil bebés que de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) nacen en el país con cardiopatía congénita, una cuarta parte requerirá un tratamiento médico en el primer año de vida.
En otros casos la enfermedad se detecta con el paso del tiempo. Son los niños con dificultad respiratoria y para alimentarse; no crecen de manera normal, se ponen morados y presentan crisis de asfixia. Algunos mueren de manera súbita.
Erdmenger resaltó la importancia de la identificación del problema, pues las cardiopatías congénitas representan la segunda causa de muerte en los niños menores de cinco años de edad.
El diagnóstico oportuno es lo más importante para poder ofrecer la corrección de la anomalía y una calidad de vida igual a la de los niños sanos, enfatizó. Cada año, en el HIMFG se realizan 300 cateterismos, el cual es un procedimiento no invasivo que resuelve las anomalías más sencillas. Para las más complejas se requieren cirugías y en este nosocomio se efectúan otras 300 en el mismo periodo.
El especialista advirtió sobre la necesidad de realizar más cirugías en el país –al menos 2 mil o 2 mil 500 más en el año–, las que se tienen que efectuar en niños antes de que cumplan su primer año.
Para ello hace falta dinero para equipar los hospitales y personal calificado. Resaltó que un cirujano de cardiopatías congénitas egresado del HIMFG no se dedica sólo a abrir y suturar
, sino que se convierte en líder de un grupo de especialistas de diferentes áreas (médico anestesiólogo, intensivista, perfusionista, enfermería).