Todos podemos ser tóxicos para alguien, cercano o lejano, pero, sobre todo, en la familia, e incluso ser para uno mismo un veneno, expresó en conferencia Hugo Arrevillaga Serrano, quien dirige la obra de teatro Tóxico, del canadiense Greg MacArthur, cuyo estreno será el próximo viernes 6 de marzo, en el Foro Lucerna.

Con traducción de Humberto Pérez Mortera, actúan Víctor Hugo Martín, Gabriela Murray, Andrés Torres Orozco, Ana González Bello y María Gelia Crespo, quienes dan vida a personajes que se envuelven en la maraña de los vínculos sicológicos.

El pasado jueves, en el Foro Lucerna, se escenificaron dos cuadros de los 19 que integran esta pieza. Con una escenografía austera, alrededor de una mesa rectangular los personajes ocupan una topología dramática y en las sillas vacías deambulan fantasmas.

El autor derivó la historia de un suceso de 2004 en Vancouver: iban 19 pasajeros en un autobús, quienes según ellos fueron atacados por un inmigrante negro, quien llevaba una bolsa. Todo se colapsa y los pasajeros comienzan a padecer una especie de ataque grupal. Todo fue sicológico. No les había pasado nada, nadie los había agredido, pero creyeron que sí. Pensaron que habían sufrido un ataque terrorista.

Arrevillaga agregó que Greg MacArthur toma ese hecho y desarrolla la historia, usando como columna vertebral a una familia, donde está Elena, mujer de clase media, quien se siente enferma y asegura que fue víctima de un ataque terrorista. Sin embargo, el autor hace una pregunta: ¿Hasta qué punto podemos ser nuestro propio veneno y podemos envenenar a quienes nos rodean?”

Luego de ver las dos escenas (la 2 y la 4 de 19) se provocó la reflexión entre los asistenes. Cada quien puede experimentar sensaciones distintas, como desesperación al observar la actitud del padre al prepararse un sándwich mientras cuenta a su hijo que la mamá está en el hospital para ser revisada de quién sabe qué. El hijo alucina que quizá fue un ataque terrorista con químicos. La base es una mentira.

Arrevillaga añadió que con esta obra buscan que el espectador se lleve a su casa una bomba de tiempo. Empecé a leer el texto y desde la segunda escena ya no pude parar. Tiene un sentido muy cinematográfico, una precisión en los diálogos, en los personajes. En el caso de Elena, quien se cree atacada, eso ocurre porque cree que nadie está a su altura social. Mantiene un actitud sumamente racista, en muchos sentidos. Ella cree que alguien la envenenó, pero quizá ella sea su propio veneno. Con esta obra lanzamos señales de alerta vivas.

La temporada de Tóxico será del viernes 6 de marzo al domingo 24 de mayo en el Foro Lucerna, en Lucerna 64, esquina Milán, colonia Juárez. Funciones: viernes, 20:45 horas; sábados, 18, y domingos, 20. Boletos en taquilla.