De la noche a la mañana, el pasado 22 de noviembre Noé Bastida Sánchez prácticamente perdió todo. La explosión de un tanque de gas estacionario de un edificio adjunto destruyó su vivienda y quitó la vida a dos integrantes de su familia. Sin tiempo para procesar el duelo, se vio envuelto en una maraña de trámites y vueltas para hacer la denuncia y reclamar la reparación del daño, cuestión de la que puso al tanto al subsecretario de Gobierno del DF, Juan José García Ochoa, pero a más de tres meses de la tragedia, ocurrida en la calle Manuel José Othón número 146, en la colonia Obrera, aún espera que se haga justicia Foto Pablo Ramos