Monumentales globos blancos, especie de ajolotes de luz, flotaron en el Zócalo capitalino la noche del jueves para dar inicio a la segunda edición del Festival Internacional de las Luces México 2015 (Filux).

Esta vez reúne 15 obras lumínicas, expuestas en igual número de sitios, que se pueden ver de las 19 horas a la medianoche, según el recorrido y plan de cada visitante.

La idea es que cada una de las obras se encienda a la misma hora, para comenzar el festival, con la plancha del Zócalo como punto de partida, donde se ubican Los lumineoles o peces fantásticos, creación del colectivo francés Porté part le vent.

Lazslo Bordos, de Hungría, es uno de los creadores más reconocidos que participan este año, cuya obra es un mapping que se proyecta sobre el Palacio de Bellas Artes.

El circuito del festival vincula varias calles del Centro Histórico. En el Paraninfo del Palacio de la Autonomía (Licenciado Verdad 2) se presentan dos instalaciones fotográficas, una de Gabriel Berber, titulada Santuario, serie de imágenes sobre el santuario de luciérnagas de Tlaxcala; y otra de Andrés Olmos, Paisajes imaginados, serie de fotografías manipuladas.

En el Real Seminario de Minería (Guatemala 90), Mónica Ruiz presenta Ausencia, instalación y homenaje poético a las mujeres maquiladoras desaparecidas y a las asesinadas de Ciudad Juárez.

De Argentina, Marcelo Schuster trae Ilse, en la Sinagoga Histórica (Justo Sierra 71). Un tributo a la compositora Ilse Weber (1903-1944), quien cuidó de un grupo de niños durante la Segunda Guerra Mundial, salvándolos de una matanza. Es una proyección holográfica, que aborda ese tema.

Monumento al peligro, del también argentino Máximo González, se expone en el Antiguo Colegio de San Ildefonso (Justo Sierra 16). Instalación que a través de objetos lumínicos rojos de distintos volúmenes propone una reflexión sobre el uso del dinero en la actualidad.

En el Centro Cultural del México Contemporáneo (Leandro Valle 20) se presenta Toreros de luz (60 paneles de fibra óptica), del francés Jean-Pierre Formica.

Mientras, el Museo Interactivo de Economía (Tacuba 17) aloja un “collage lumínico” con proyecciones, cajas de luz y fotografías de Teresa Mar, de Austria.

En la Alameda Central están algunos alebrijes lumínicos y en el kiosco se instaló un montaje audiovisual, donde se presentan diyéis, con varios géneros de música. Durante el primer día hubo largas filas para ingresar a algunos sitios, así como la falta de distribución de folletos y mapas en la mayoría de las sedes, que buscaban los visitantes.

El Filux es único en su tipo en América Latina, destacó Amanda Tovalín, coordinadora de Medios Digitales del festival. Con la producción de Cocoliche Lab, en alianza con instituciones y empresas, el foro es un espacio de promoción y exhibición de las obras realizadas con distintas tecnologías y el lenguaje de la luz, así como vincular a los artistas nacionales con creadores internacionales.

El encuentro concluirá mañana. El programa se puede consultar en el sitio: www.filux.info.