Cuatro de los nueve ingenios subastados este viernes fueron adjudicados a los grupos Impulsora Azucarera del Noroeste y a Beta San Miguel con dos unidades cada uno, al ofertar un monto superior al mínimo estipulado en las bases de licitación. En los otros cinco la convocatoria se declaró desierta.

En la subasta efectuada por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), el Grupo Impulsora Azucarera del Noroeste obtuvo el portafolio número uno, integrado por los ingenios de Atencingo y San Cristóbal, con una oferta de mil 974 millones de pesos, monto superior al precio mínimo fijado de mil 957 millones de pesos.

Por su parte, el Grupo Beta San Miguel ganó el portafolio número tres, integrado por los ingenios Casasano y Emiliano Zapata, al ofertar mil 308 millones de pesos, monto superior al precio mínimo estipulado de mil 200 millones de pesos.

De esta manera, el gobierno fedeal obtuvo 3 mil 282 millones de pesos, de los 8 mil 148 millones que inicialmente esperaba captar por la venta de los ingenios que fueron expropiados durante la gestión panista de Vicente Fox.

Los ingenios que fueron declarados desiertos fueron El Potrero y San Miguelito, integrados en el portafolio número 2 y los agrupados en el portafolio cuatro: Modelo y Providencia, así como el del portafolio número cinco en el que solamente se incluía al ingenio Plan de San Luis.

Analizarán alternativas para los otros ingenios

Javier Dorantes Placencia, director corporativo de comercialización y mercadotecnia del SAE, informó que en breve las dependencias involucradas en este proceso de subasta analizarán las nuevas alternativas. Estos cinco ingenios que no se vendieron seguirán operando y producirán la zafra de la temporada.

Para participar en la subasta de nueve ingenios distribuidos en cinco portafolios 22 grupos adquirieron las bases; 12 entregaron las garantías de seriedad y cumplimiento y sólo 11 participaron en la recta final.

El funcionario indicó que el precio de la azúcar ha tenido una mejoría y las perspectivas son buenas, además en el contexto de los ingenios está la posibilidad de otros negocios, como la producción de etanol en el sector energía.

Los nueve ingenios que se pusieron a la venta eran propiedad del Consorcio Azucarero Escorpión (Caze), de Enrique Molina Sobrino, antes de que fueran expropiados en 2001 por la administración del entonces presidente Vicente Fox.

Durante el sexenio de Fox Quesada se expropiaron un total de 27 ingenios, de los cuales 18 fueron recuperados a través de largos litigios por sus dueños originales.

En el caso de los dos grupos ganadores, sus garantías –de seriedad y cumplimiento, esta última entregada mediante cheque certificado de 250 millones de pesos– se tomarán como anticipo del pago total que deberán cumplir a más tardar el 24 de julio del presente año. Al resto de los participantes sus garantías de seriedad les serán devueltas.

Los ingenios subastados representan 22.2 por ciento de la producción nacional de azúcar y con los cuatro ingenios asignados se concretó la venta de poco más de la mitad, 12.4 por ciento, del volumen de azúcar nacional.

En el desarrollo de la licitación pública prevalecieron la transparencia, legalidad, equidad en el trato a los participantes e información relevante que les permitió estar en condiciones de tomar una decisión objetiva.

A partir del 26 de marzo, fecha en que se publicó la convocatoria, los participantes realizaron más de 75 visitas a las fábricas y más de 3 mil visitas al cuarto de datos en las que realizaron más de 13 mil consultas a los más de 2 mil documentos disponibles y presentaron más de 3 mil 500 preguntas que fueron contestadas en su totalidad.

Para el SAE esta licitación constituye una de las operaciones comerciales más importantes de su historia. Participaron los principales grupos azucareros del país, así como nuevos grupos en el sector, lo que sin duda promoverá el desarrollo y la competencia en esta importante industria. De acuerdo con el SAE contribuyó a este éxito la coordinación que existió entre las instituciones involucradas, entre otras: SHCP, SE, Sagarpa, SFP, Indaabin y por supuesto el Feesa.

Respecto de los ingenios que no fueron adjudicados, en los siguientes días el SAE conjuntamente con las demás dependencias y entidades involucradas analizarán las alternativas para los mismos, con el propósito de determinar el curso de acción conveniente para el gobierno federal y la operación de los ingenios.

Con la conclusión de este proceso de venta de activos, el SAE ratifica su compromiso con la transparencia y la eficacia en el cumplimiento de las responsabilidades que tiene asignadas por ley.