Miembro del Buena Vista Social Club, puso a bailar al mundo con la música cubana
Sábado 13 de junio de 2015, p. a32
Tal como es, sin poses ni aspavientos, sino directo y sincero, Elíades Ochoa se muestra feliz de volver a treparse al tablado del salón Los Ángeles, donde esta noche, a partir de las 20:30 horas, ofrecerá un recital, podría decirse, con lo más granado y solicitado de su repertorio.
Toco lo que el público pida
, dice uno de los integrantes del reconocidísimo Buena Vista Social Club, agrupación que dio la vuelta al mundo y lo puso a bailar con la música cubana, hace ya algunos ayeres, pero que, adicionado a las peticiones, dará a conocer temas incluidos en el cedé Joyas encontradas, del reciente lanzamiento de discos CoraSon.
Elíades Ochoa Bustamante, de oído fino
, según se define, nació entre montañas y rodeado de música. Rememora sus primeras imágenes; dice que son las de su madre y su padre tocando el tres en la casa campirana de la provincia de Santiago de Cuba, con los perros jíbaros en derredor y alumbrándose con un hachón de tela encendida. Recuerda que tendría unos seis o siete años cuando ya dominaba el Do mayor con sólo dos cuerdas en la guitarra.
Nací con música en la sangre, por lo que no me olvido de dónde vengo. Sé que la fama existe, pero yo no la conozco
, sentencia.
Sobre sus andanzas con el Buena Vista Social Club, refiere que sus integrantes son como un núcleo de familia grande; dice que a Ibrahim Ferrer lo conocía, pues era de San Luis y ya tocaba con orquestas grandes, y que con Compay lo empezó a tratar en 1987, cuando Francisco Repillado, que así se llamaba, llegó a Santiago y lo invitó a trabajar con el cuarteto Patria, que ahora, convertido en septeto, lo acompañara en la única presentación que tendrá en la capital.
Sobre su relación con Compay, afirma que de ahí surgió el éxito de Chan-chan, el sustantivo que se brincó a verbo, pues ahora ya se dice chanchanear, y de ahí, con la voz cavernosa de Compay, le dio reconocimiento al Buena Vista.
Señala que fue Juan de Marco quien buscó a los artistas, pues el Buena Vista Social Club tenía la particularidad de ser un grupo sin director.
Macusa, la novia de Compay
Sobre el nuevo disco Joyas..., relató que el tema Macusa está dedicado a una novia que Compay tuvo en Siboney, a quien el compositor pidió que se fuera con él para buscar vida
. La mujer no lo acompañó más. Sin embargo, en los festejos de los 80 años de Compay, en el Teatro Heredia de Santiago de Cuba, el ojo alegre de Repillado aparece en una fotografía sentado en medio de su esposa y la famosa Macusa, y sus dos manos reposan en las piernas de ambas damas.
Ochoa no acepta que el son cubano esté en decadencia: en Cuba se trabaja bastante en ello y hasta grandes orquestas tienen montados temas de antaño
.
Elíades estuvo en el salón Los Ángeles hace 26 años, y hoy se muestra contento de regresar al histórico recinto donde, cuenta la leyenda, otros grandes antillanos, como Beny Moré y Pérez Prado, se sentaron a escribir algunas composiciones.
Ochoa actuará aproximadamente por dos horas y en seguida, por ahí de las 10:30 de la noche, habrá música grabada para quienes deseen pegarle al baile, informó Miguel Nieto, el propietario del salón ubicado en la calle de Lerdo, a unos pasos de la calzada de Nonoalco, en la colonia Guerrero.