Milán.

En Italia, donde la propuesta de una reforma educativa tiene al gremio magisterial en contra del gobierno y movilizados a miles de maestros, alumnos y trabajadores, el presidente Enrique Peña Nieto alentó a su anfitrión, el primer ministro Matteo Renzi, a impulsar los cambios, a pesar de las resistencias.

El mandatario mexicano defendió sus propios procesos transformadores: Hoy nos ocupa escribir la parte de la historia con la que tenemos responsabilidad, y que lo que hagamos permita decir que hemos contribuido a la prosperidad de las sociedades en un mundo más desafiante, complejo, que evoluciona de manera acelerada y vertiginosa.

Se trata, además, de atender a una sociedad que demanda inmediatez en las respuestas y exige eficiencia a sus gobiernos.

Peña Nieto definió la reforma en el sistema de enseñanza como la más importante, la de mayor calado y de largo plazo, porque se refiere a la formación del capital humano, la mayor riqueza de toda nación. Y es necesario hacerla, agregó, sobre todo en esta era global y de mayor competencia y demanda de capacidades, preparación y aptitudes a las nuevas generaciones.

Su anfitrión, un político de 40 años, con una militancia definida como de centro izquierda y líder del Partido Democrático, elogió con profusión la actividad reformadora del gobierno mexicano, e incluso atribuyó un crecimiento de la clase media como resultado de los cambios legislativos.

El primer ministro Renzi no se refirió directamente a sus controvertidas iniciativas, pero sí lanzó diversos mensajes de consumo local y sobre los cuales la prensa italiana tomaba nota puntual. Pidió así a la gente de su país dejar de lamentarse y crear el futuro, el porvenir, haciendo menos polémica.

Según él, los italianos hemos dormido, haciendo una siesta demasiado larga, por lo que pidió despertar, tener el valor que tiene ya México para trabajar por el porvenir.

El presidente Enrique Peña Nieto y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, a su llegada a la Expo Milán 2015Foto Ap

Procedente de Bruselas, el mandatario mexicano llegó la tarde de ayer a esta la segunda ciudad italiana en importancia. Apenas aterrizó y se trasladó, sólo acompañado de su comitiva, a la Expo Milán 2015, donde se encontró con Matteo Renzi, quien también había tenido la visita en esas instalaciones del presidente de Bolivia, Evo Morales.

Juntos, Peña Nieto y Renzi recorrieron el pabellón mexicano concebido para rendir homenaje al maíz, con una fachada inspirada en el totomoxtle u hoja de la mazorca. Su temática pretende mostrar a los visitantes la riqueza de los recursos naturales y la biodiversidad con la que cuenta México, de acuerdo con la información oficial. También estuvieron en la sala dedicada al país anfitrión.

Luego llegaron al Palazzo Clerici, donde abrieron un encuentro del Consejo de Negocios Italia-México.

En su intervención, Peña Nieto insistió en la labor de los gobiernos de hacer los cambios y ajustes necesarios para enfrentar con determinación esta era global y dar cauce a las sociedades para dotarlas de condiciones para mayor desarrollo y bienestar.

Además, se refirió a la comunidad empresarial como el motor, el alma de la relación entre México e Italia. La definió como el faro que ilumina el camino por donde gobiernos y emprendedores de los dos países propicien mayores intercambios, incrementen la relación comercial y estrechen los vínculos cultural y educativo.

Así, tras explicar algunos de los cambios estructurales propuestos por su administración, Peña Nieto insistió: Estamos determinados a concretar estas reformas para asegurar prosperidad, bienestar y crecimiento económico.