Todos sabemos qué es lo que ha hecho Francisco Toledo y lo que es capaz de hacer todavía; en todos los géneros que ha trabajado en las artes visuales es un genio, y no hay que decir más.

Algo que subrayo mucho, tengo muchos años de estar trabajando en Oaxaca, es la gestión que ha hecho y la generosidad que ha tenido para crear instituciones.

Es curioso referirse a instituciones, pero al fin y al cabo son iniciativas ciudadanas que han hecho de Oaxaca una gran ciudad de la cultura.

Él ha sido el gran promotor del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (Iago), del Centro de las Artes de San Agustín Etla (CaSa), de la Fonoteca Eduardo Mata, del Centro Fotográfico Álvarez Bravo.

Son siete grandes proyectos que ha impulsado, que ha hecho nacer, que ha creado condiciones para que surjan y que ha estado cerca de ellos manteniéndolos, no me refiero en términos económicos, sino que su figura ha permitido que a esos proyectos se sumen muchas instancias.

Sigo convencido, después de muchos años de ser servidor público, de que las iniciativas ciudadanas son las que en este momento, y desde hace un tiempo, cuentan mucho; hay que saber sumar, conseguir apoyos de distintos estratos, para que un proyecto prosiga, y eso es lo que ha hecho Francisco Toledo, como en estas iniciativas en Oaxaca.

El suyo, en ese sentido, es un trabajo que ha trascendido las fronteras de ese estado, porque son instancias que benefician a todo el país. Por un lado, está el ejemplo y, por otro, la trascendencia que han tenido todas estas instituciones que van más allá de México como país.

Un ejemplo es que en muchos lados del mundo se habla del Iago, como también del CaSa y de todo lo que ha hecho en Oaxaca. Sí, está en esa entidad, pero es de México para el mundo.

No es secreto que Francisco Toledo ha tenido que luchar muchas veces a contracorriente para lograr sus proyectos. No hay que ir más lejos, el ejemplo está sucediendo ahorita con la oposición que él tiene, junto con un grupo de oaxaqueños, para que se construya un centro de convenciones en el cerro del Fortín.

Toledo no está en contra de un recinto de esa naturaleza, sino de que se construya en ese lugar, porque una parte es reserva natural.

Así como este ejemplo, a lo largo de años ha recibido los embates de muchas instancias, públicas y privadas, pero Francisco tiene algo que lo caracteriza, y no sólo en su tema artístico, sino en todo lo que hace: la perseverancia, la inteligencia, el momento adecuado en el que dice y hace algo; sabe cuándo, dónde y a quién, y eso no es fácil encontrarlo en una persona.

Todo este activismo social que tiene no es de ahorita, es de muchos años; hay que recordar que Francisco estuvo muy cerca de la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo (Cocei), donde surgieron una revista y otras publicaciones. Él es provocador de un gran interés que en los ciudadanos que existe para los temas culturales.

¿Qué ha hecho Francisco al respecto? Ha provocado que se muevan las conciencias de muchos oaxaqueños y mexicanos, siempre con razones muy reales. Al ser un gran provocador, ha logrado que muchas gentes se sumen a sus causas.

Francisco Toledo es un ciudadano responsable y un artista que sabe que su trabajo no está solamente en un lienzo o una escultura, sino que también tiene que ver con la vida cotidiana y, más, de la ciudad donde vive y a la que le ha otorgado tanto.

Como persona y ser humano destaco de Francisco todo lo que tiene y no dice que lo tiene. Sabemos que es un hombre muy particular, que sí es gran amigo, pero que vive como un ciudadano común. La suya es una gran sencillez que cubre su gran inteligencia, no es una coraza ni mucho menos. Uno puede verlo caminando por las calles de Oaxaca, saludando a las personas y, en ocasiones, deteniéndose a platicar con ellas.

Aprovecho la ocasión para enviar un mensaje de agradecimiento a Francisco Toledo, por todo lo que ha hecho en favor de la ciudadanía y los seres humanos.