Viernes 11 de septiembre de 2015, p. 28
Pekín.
El primer ministro Li Keqiang admitió el jueves que China enfrenta una transición dolorosa
pero que no amenaza el crecimiento global, pese a los datos que no terminan de convencer a los inversionistas.
Las autoridades chinas destacan con frecuencia sus esfuerzos para transformar un modelo de desarrollo sustentado en las inversiones y las infraestructuras en otro basado en el consumo interno, los servicios y la tecnificación de la producción industrial.
Será un proceso largo y sembrado de obstáculos, con altibajos inevitables
, admitió Li ante empresarios en el Foro Económico Mundial de Dalian. El mensaje fue que la segunda economía mundial no tendrá un aterrizaje brutal
y las autoridades del país disponen de los medios apropiados para enfrentar la situación
.
Los mercados financieros mundiales tuvieron grandes sacudidas en agosto, por las preocupaciones ante señales de una rápida desaceleración de la segunda economía mundial y las dudas respecto a la eficacia de las medidas adoptadas por Pekín.
China no es una fuente de riesgo para la economía mundial, sino una fuente de fortaleza del crecimiento global
, recalcó Li.
Aportó 30% del crecimiento
La economía china, que representa alrededor de 13 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, aportó en el primer semestre de este año 30 por ciento del crecimiento planetario. Li destacó además que algunos de los problemas económicos de su país tienen su origen en otras regiones. La economía china está estrechamente integrada en el mercado internacional
, dijo el primer ministro, por ello, no puede permanecer indemne ante el débil crecimiento económico mundial
de los últimos años, subrayó.
El primer ministro justificó las intervenciones adecuadas
del gobierno en los mercados financieros para frenar el derrumbe de las bolsas chinas durante el verano pasado, aunque esa iniciativa contradiga la voluntad de darle un papel crucial
al mercado. Li también defendió la súbita devaluación del yuan en agosto y aclaró: No queremos una guerra de divisas
.
El gobierno se comprometió esta semana a adoptar medidas de estímulo fiscal. China es capaz
de mantener un crecimiento vigoroso, aseguró Li.
El PIB chino tuvo un crecimiento de 7.3 por ciento en 2014, el menor en casi un cuarto de siglo, y el gobierno prevé este año una expansión de 7 por ciento.
Los datos divulgados este jueves no permitieron apaciguar la ansiedad de los inversionistas.