Guadalajara, Jal.

La primera parte de la novela gráfica Che, una vida revolucionaria, adaptación del monero José Hernández al libro que publicó el periodista Jon Lee Anderson en 1997, fue presentada ayer en la Feria Internacional del Libro (FIL), bajo el entendido de que en una sociedad como la actual la figura del revolucionario argentino cobra más vigor que nunca.

En realidad dieron a conocer el tomo dos de los tres que componen la entrega, única y copiosa, de Anderson, y se titula Libro 2: Cuba, pues Hernández –quien prefirió dividir en tres el libro– eligió iniciar por esta etapa, medular en la formación revolucionaria de Ernesto Guevara.

El libro describe la vida del Che y su participación en la revolución cubana, lo que integra una mirada histórica muy particular sobre los acontecimientos que cambiaron a la isla caribeña.

Los otros tomos, El Che en México y El Che en Bolivia, parte uno y dos de la trilogía, quedarán para después porque Hernández buscó presentar, de entrada, “el momento en que Ernesto Guevara se convirtió en el Che”.

Una labor de nueve meses

El caricaturista de La Jornada contó que le tomó nueve meses de trabajo terminar esta primera edición, y que su propósito era dar a conocer a los lectores, sobre todo a los jóvenes, todo lo que hizo el Che en Cuba, basado en lo que calificó de biografía documentada y de amplia investigación.

Hernández afirmó que prefirió realizar dibujos realistas para apegarse al trabajo periodístico de Anderson, quien afirmó que el comandante revolucionario es una figura universal que no deja de existir, porque todo lo que cuestionaba de las sociedades del mundo, y que lo hicieron participar en la revolución cubana, continúa sin ser resuelto.

Para el monero, esta es su segunda novela gráfica. En este caso se trató de una propuesta de la editorial Sexto Piso, de la cual dijo que al principio no estaba muy seguro de llevar a cabo, pero que conocer a fondo los libros de Jon Lee Anderson sobre el Che lo hizo decidirse.

Respecto de la novela gráfica, Hernández dijo que el género se ha vitalizado, ya que este tipo de literatura ilustrada cuenta ya con una larga y nutrida tradición, con editoriales dedicas exclusivamente a su edición, en países sobre todo de Europa.