ecientemente cuatro prisioneros estadunidenses y siete iraníes quedaron en libertad. Fue parte del fin de las sanciones económicas impuestas a Irán por Estados Unidos y otras potencias industriales so pretexto de que iba camino de tener un arsenal nuclear.

Entre los liberados estadunidenses figura el corresponsal del Washington Post, encarcelado desde julio de 2014, acusado de espionaje. Los iraníes estaban en prisión por violar las sanciones económicas impuestas a su país a iniciativa de Estados Unidos. Además, la Interpol ya no perseguirá a otros 14 iraníes buscados por la policía estadunidense.

Intelectuales, cineastas, actores y opositores al régimen son asiduos visitantes de las cárceles de Irán. O por no observar los principios religiosos del Islam. Como la actriz Marzieh Vafamehr, condenada a prisión y a recibir 90 latigazos por aparecer en la película australiana My Tehran for Sale sin llevar la cabeza cubierta con el pañuelo que obligatoriamente deben llevar las mujeres. Y porque en una escena bebe alcohol. Finalmente fue excarcelada y anularon la flagelación. El periodista Hossein Derakhshan, padre de la blogosfera en Irán, estuvo seis años preso por colaboración con gobiernos enemigos, propaganda contra la República Islámica, blasfemia y creación y dirección de páginas web vulgares y obscenas.

También han padecido detención los documentalistas Hadi Afarideh, Naser Saffarian y Mohsen Shahrnazda, y el productor Katayoun Shahabi por vender sus películas a televisoras extranjeras sin permiso de las autoridades. Apresaron a otro director de cine, Mehran Zinatbakhsh. Y a Mojtaba Mir Tahmas por codirigir el documental This is Not a Film, sobre la vida de Jafar Panahi, el cineasta iraní más reconocido internacionalmente. En 2010 Panahi fue condenado a seis años de prisión por actuar contra la seguridad del Estado y hacer propaganda contra el sistema. Además se le prohibió viajar al extranjero y hablar con los medios de comunicación. Tras pasar varios meses en la cárcel lo liberaron gracias a la presión internacional, pero con la condicion de no filmar en 20 años. Sin embargo, lo hizo, y el año pasado obtuvo el Oso de Oro en el festival de Berlín por Taxi. Otra película filmada clandestinamente, Telón cerrado, también obtuvo reconocimiento mundial.

Panahi y la abogada de los derechos humanos Nasrin Sotoudet, recibieron el premio Sajarov que concede el Parlamento Europeo. El galardón lleva el nombre del científico y disidente soviético Andrei Sajarov. Se entrega anualmente desde 1988 y entre los premiados figura Nelson Mandela.

Se calcula que el año pasado más de 400 personas fueron ahorcadas en Irán acusadas de cometer delitos contra el Estado y la religión.